Babalucas y su esposa buscaron los servicios de un consejero en relaciones familiares, pues su matrimonio parecía naufragar. El asesor le pidió a la señora que manifestara los agravios y quejas que tuviera contra su marido. "-Me tiene en el más completo de los abandonos -declara la mujer-. Parece que no existo para él. Llega a la casa por las noches, y después de cenar se acuesta a ver la tele. Luego apaga la luz y se duerme. Así todos los días". El consejero juzga que debía tomar medidas drásticas. Enfrente mismo de Babalucas agarra a la esposa, la desviste y procede a hacerle el amor en el diván de la oficina. Terminado el trance, que la señora disfrutó bastante y que Babalucas siguió de cabo a rabo con evidente interés, le indica el consejero a Babalucas. "-Su esposa necesita esto por lo menos dos veces a la semana". "-Está bien -contesta el badulaque-. La traeré martes y jueves"... Un señor saluda a un chino. Le dice: "-Hola". Responde con toda cortesía el oriental: "-Las tles y cualto"... Pepito se perdió en el centro comercial, y no podía encontrar a sus papás. Uno de los guardias, que ya lo conocía bien, se ofreció a ayudarlo. Juntos echaron a caminar para buscarlos. Le pregunta Pepito al policía: "-¿Crees que los podamos encontrar?". "-No sé -vacila el guardia-. Hay tantos sitios donde se pueden esconder"... Bustolina Granderriére, muchacha de generosos atributos, tenía fama de que jamás en el camino de la vida había negado un vaso de agua a un viajero con sed. Decía Bustolina a sus amigas: "-¿Para qué casarme y hacer desdichado a un hombre, cuando puedo permanecer soltera y seguir dando felicidad a cientos?"... Al llegar a su casa don Astasio encontró a su mujer en brazos de un desconocido. "-Ah, eres tú -dice impertérrita la furcia-. Por un momento me asusté; creí que era un ladrón"... No parece que el próximo Congreso cambiará significativamente en lo que hace a su composición. Será difícil que un sólo partido consiga la mayoría absoluta. Quizá, según la dirección de las tendencias, el PAN verá disminuir un poco su representación, y en la misma pequeña proporción crecerá la del PRI y el PRD. Pero las cosas más o menos seguirán igual. Lo que es indiscutible es que el próximo Congreso debe por fuerza ser mejor que éste. No puede hacer otra cosa: la opinión pública ha llegado a considerar a los diputados un mal innecesario. Les atribuye en buena parte el fracaso de las reformas que necesita el País para salir del bache -del abismo, más bien- en que se encuentra. La reforma fiscal y la reforma laboral son condición sine qua non para que México pueda competir en los mercados extranjeros y no quedarse cada día más atrás en la carrera de la globalización. Desde luego tales reformas no han prosperado por falta de capacidad política en el Presidente Fox y sus operadores. Sin embargo, toca a los supuestos representantes populares hacer los cambios legislativos necesarios para que este país no siga en el atraso. Eso esperamos del próximo Congreso. Sus integrantes no nos pueden defraudar. Si lo hacen, escuchen desde ahora esta canción de Frank Sinatra: "Tratra Tratratra"... Viene ahora el cuento "Pinocho y las Mujeres, II". Es sicalíptica esta historia, de modo que las personas pudibundas deben saltarse hasta donde dice FIN... Las amigas de Pirulina le preguntan con asombro: "-¿Dices que los policías de Disneylandia te echaron del parque y te prohibieron regresar? ¿Por qué?". Contesta Pirulina: "-Me le senté en la cara a Pinocho y le pedí que empezara a decir mentiras"... FIN.
