Un señor juzgó que había llegado el momento de hablar con su hijo adolescente acerca de ciertas cosas de la vida. "-Hijo mío -comenzó solemne-. Si te masturbas vas a quedar ciego". "-Acá estoy, papá" -le indica el muchacho agitando la mano... En la cantina un tipo bebía en silencio su copa. Perdida la mirada en el vacío, su faz era la imagen viva de la melancolía. El cantinero, compasivo como todos los de su oficio, trató de hacer conversación con él. Le dice: "-Lo veo muy triste, amigo". Responde el solitario bebedor, en la voz un asomo de sollozo: "-Mi esposa se fue con mi mejor amigo". "- ¡Qué barbaridad! -exclama condolido el tabernero-. Tiene usted sobrada razón para estar triste". "-Sí -se aflige el tipo-. ¡Viera cómo lo extraño!"... Babalucas viajó con su esposa a otra ciudad. Al segundo día de estar en el hotel le señala el cepillo que se pone junto al inodoro y le dice con enojo: "-¿A quién se le ocurriría eso? Duele, duele"... Murieron dos médicos el mismo día, y llegaron juntos a las puertas del Cielo. San Pedro le pregunta al primero: "-¿Qué hacías en la otra vida". "-Soy médico -responde el facultativo-. Fui director de un hospital privado". "-Pasa -le indica el portero celestial-. Estarás aquí una eternidad". Se vuelve hacia el segundo y le pregunta: "-Y tú ¿qué hacías allá abajo?". "-También soy médico -responde el interrogado-. Fui director de un hospital del Seguro Social". "-Pasa también -le dice San Pedro-. Pero sólo podrás estar aquí dos días"... Dos tipos fueron de cacería. Uno llevaba una botella de whisky. Dice a su compañero: "-La llevo por si nos muerde una serpiente". Replica el otro: "-Uh, pero va estar difícil localizar a la serpiente"... Un hombre que viajaba por carretera sufrió un terrible accidente automovilístico, y por no llevar puesto el cinturón de seguridad se estrelló de tal modo que perdió el principal atributo de su varonía. Después de unas semanas de convalecencia el médico le dijo que podía trasplantarle otro atributo. Por 15 mil pesos, precisó, uno pequeño; por 30 mil, uno mediano; por 50 mil, uno grande. Dice el paciente: "-Yo escogería el de 30 mil, pero déjeme consultar el caso con mi esposa". Al día siguiente volvió el facultativo. Le pregunta al sujeto: "-¿Qué dijo su señora?". Responde mohíno el individuo: "-Que con ese dinero mejor va a remodelar la cocina"... ¿Marinero? De símil a símil me parecería mejor uno que estableciera analogía entre Fox y un sepulturero. En efecto el Presidente Fox le está echando tierra a muchas cosas. El asunto de los desvíos de dinero en Pemex se va arreglando como por arte de birlibirloque. Los líderes petroleros, limpias las manos ya por una exoneración judicial previa a la firma del nuevo contrato colectivo, se disponen ahora a lavarse hasta la cara cubriendo los adeudos de sus agremiados ante el Buró de Crédito. Salinas de Gortari regresa pimpante -o sea garboso y rozagante- de su largo ostracismo. Sonriendo, seguro de sí mismo, campea por sus fueros igual que si un bautizo hubiese borrado en él todas las culpas. El Presidente, debilitado por sus incumplimientos y sus yerros, falto de autoridad y de energía, no quiere tener problemas ya con nadie; cede todo, y deja hacer, deja pasar. El mismo que ayer dijo: "Van a ver", ahora canta "Ya lo pasado, pasado". Perdida su alianza con los ciudadanos, Fox parece estar creando arreglos y componendas que le permitan al menos pasar sin sobresaltos el tramo final de su sexenio. Queda confirmado: este país puede vivir con Presidente, a pesar del Presidente y hasta sin Presidente... FIN.