He aquí la forma en que puedes hacerle una pesada broma a algún amigo. Pregúntale con tono de misterio: "-¿Ya sabes lo que dicen las mujeres cuando ven a un hombre bien dotado?". Tu amigo responderá seguramente: "-No sé". Entonces dile con acento de triunfo: "-¡Yo sí sé!"... Don Jactancio, nuevo rico, regresó de un viaje a China. "-Estuve en la Muralla –dice-, y en Pekín vi la Ciudad Prohibida y el palacio del Emperador". Le pregunta uno: "-¿Y las pagodas?". Responde don Jactancio: "-En cada esquina había una. Guapetonas, pero caras"... Seis graduados de universidad se presentaron a pedir el mismo puesto en una empresa. El encargado de las contrataciones les aplicó a los seis la misma prueba: sin usar calculadora debían decir cuántas son 7 por 7. Uno de ellos, después de pensar la cosa concienzudamente, puso: 46. Al salir sacó su calculadora e hizo la operación. Resultado: 49. El tipo dio por seguro que había perdido la oportunidad. Se sorprendió, por tanto, cuando al día siguiente lo llamó el encargado y le dijo que el puesto era suyo. "-¿Cómo es eso? -se asombra el individuo-. En el examen puse que 7 por 7 son 46, y son 49". "-Es cierto -contesta el otro-. Pero usted fue el que más se acercó"... Le comenta una señora a otra: "-Ayer fui a mi reunión con las amigas, pero antes le serví a mi marido una cena de siete tiempos. Se puso feliz". "-¿Siete tiempos?" -se asombra la otra. "-Sí -confirma la señora-. Le pedí una pizza y se la dí con un six pack"... El esposo entró en el cuarto llevando una bata de lona, botas de hule, guantes de lo mismo, goggles y una máscara de gases como las que se usaron en la Primera Guerra. Le dice su señora: "-Está bien. Si ésa es tu actitud, yo le cambiaré el pañal al bebé"... Don Senilio, señor octogenario, anunció su matrimonio con Pomponona, muchacha de 20 años dueña de exuberante anatomía. El médico le dice con inquietud al enamorado novio: "-Piénselo, don Senilio. En sus condiciones tener sexo con una muchacha así puede resultar fatal". "-Lo sé, doctor -responde don Senilio-. Pero ella me conoce ya en ese aspecto, y sabe bien los riesgos que está corriendo"... Durante largo tiempo -más de un milenio- un hombre debía saber latín para poder comunicarse en todos los extremos del orbe civilizado. Roma hizo de su lengua la del mundo. Luego otros idiomas sustituyeron al del Lacio, y había que aprenderlos, pues eran el instrumento de la diplomacia y el comercio. Primero el español, cuando en los dominios de España el sol no se ponía; en seguida el francés, hasta finales del siglo diecinueve; y finalmente el inglés, pues en el siglo veinte la bandera de las barras y las estrellas cubrió al mundo. En ese tiempo, el del inglés como idioma universal, estamos ahora. Pero, según se ven las cosas, habrá que ir aprendiendo el chino... Al otro lado de la casa de Pepito vivía una estupenda morenaza que acostumbraba tomar el sol en el jardín cubierta sólo con unas gafas negras. Por un imprudente comentario de su papá se enteró Pepito de lo que hacía la vecina. La madre del chiquillo, a fin de evitar que su hijo cayera en alguna insana tentación, le advirtió que si veía a la vecina se iba a convertir en estatua de piedra. A pesar de la admonición Pepito esperó esa tarde a que sus papás salieran, y junto con su amigo Juanilito trepó a la barda. En efecto, en el jardín estaba la escultural muchacha sin otra vestimenta que aquélla con la que vino al mundo. Le dice Pepito a Juanilito: "-Mi mamá me dijo que si veía esto me iba a convertir en estatua de piedra. Y tenía razón: ya se me está endureciendo una parte"... (No le entendí)... FIN.