Pepito terminó de hacer un carrito de madera y escribió en él con toscas letras: "Patrulla de Policía". Luego trajo a su perro para que tirara del carrito. Un señor que pasaba vio con asombro que el niño amarraba el carrito a los dídimos del perro. Pensando en el dolor que sentiría el pobre can al tener que estirar con parte tan sensible le dice el señor a Pepito: "-Oye, niño: si amarras tu carrito al cuello del perro podrá arrastrarlo mejor". "-Es cierto -reconoce Pepito-. Pero de ese modo la patrulla no tendría sirena"... Llegó un señor muy angustiado al consultorio del doctor Derfla Relda, famosísimo siquiatra. "-¡Doctor! -le dice con desesperación-. ¡Tengo un problema horrible! Siempre pienso que abajo de mi cama hay alguien. Me asomo y no hay nadie, pero apenas empiezo a conciliar el sueño me posee la inquietud otra vez, y vuelvo a levantarme para mirar abajo de la cama a ver si hay alguien. Y así hora tras hora, y noche tras noche. "¡Llevo ya cuatro meses casi sin dormir!". Le dice el doctor Relda: "-Con un tratamiento de dos años puedo quitarle esa obsesión. Venga tres veces por semana, dos horas cada sesión. Mis honorarios son de 500 pesos la hora". "-Lo pensaré" -contesta el señor. Un mes después el siquiatra encuentra al hombre por la calle. Le dice: "-No volvió usted a mi consultorio". "-Lo que sucede, doctor -explica el tipo-, es que no tengo ya aquel problema de creer que siempre había alguien abajo de mi cama. Un cantinero me quitó la obsesión por 20 pesos, valor de una cerveza". "-¿Cómo le hizo?" -pregunta intrigado el doctor Relda. Responde el individuo: "- Me dijo que le cortara las patas a la cama"... El empleado le reclama a don Algón: "-¿Usted cree que es justo que me pague el salario mínimo por el trabajo que hago?". "-Ya sé que no es justo -contesta don Algón-, pero la ley me obliga a pagárselo"... Le dice la señora a su marido: "-Sucedió algo horrible: el vecino degolló a su mujer con un serucho, y luego con el mismo serrucho la partió en pedazos". "-¡Qué canalla" -exclama el señor-. ¡El muy miserable!". Dice la esposa: "-Tienes razón en llamarlo con esos adjetivos". "-Sí -confirma el hombre-. Una vez le pedí un serrucho, y el miserable canalla me dijo que no tenía"... Y a todo esto ¿alguien sabe a ciencia cierta en qué consisten las reformas que quiere el Presidente Fox, tan necesarias para quitarle el freno al cambio y resolver los problemas del país? Se nos ha hecho pensar que de esas reformas depende la salvación nacional, pero no se nos ha explicado qué cambios son los que se necesitan, y en qué términos espera Fox que se hagan. Pienso que el Presidente encontraría más apoyo si le dijera con sencillez y claridad al pueblo qué es lo que quiere y en qué manera las reformas que propugna serían de utilidad a México. De otra manera esas reformas seguirán siendo meras entelequias, abstracciones que la gente no conoce. Y por lo tanto no entiende, y por lo tanto no está en aptitud de apoyar... La señora le había pedido el divorcio a su marido, y estaba contestando el interrogatorio del juez de lo familiar. "-¿Qué edad tiene usted, señora?" -pregunta el juzgador. "-35 años" -contesta la mujer. Le dice el funcionario: "-Según su acta de nacimiento tiene usted 50 años". "-Señor juez -replica con un hondo suspiro la señora-. Los 15 años que viví con ese hombre no fueron vida"... Le dice el doctor a un amigo: "-Ya no hallo qué hacer con mi esposa. ¿Conoces ese refrán inglés que dice: 'An apple a day keeps the doctor away?", una manzana al día mantiene lejos al médico? Ella me da una manzana cada noche"... FIN.
