Los tres estados que forman el noreste mexicano, Tamaulipas, Coahuila y Nuevo León, comparten vínculos de tradición e historia. Un nuevo motivo estrechará aún más su relación: la Cuenca de Burgos. Este depósito de enormes recursos energéticos abarca territorio de las tres entidades norestenses. Sus respectivos gobernadores se encontraron en mi amadísima ciudad, Saltillo, con el Presidente Fox. Ahí el Gobernador de Coahuila, Enrique Martínez y Martínez, dijo esto: "Yo no entiendo la soberanía de México como una soberanía en la cual debamos vivir a oscuras y sin empleo. La soberanía nacional se demuestra emprendiendo acciones valientes que le quiten a nuestro país la camisa de fuerza que ahora tiene, propicien su desarrollo y le den un lugar de avanzada en nuestro continente". El pronunciamiento del gobernante coahuilense impresionó a Fox. Comentó el Presidente: "Quisiera casi ni hablar para dejar que las palabras y el mensaje que acaba de darnos el Gobernador Martínez, vaya a toda la Nación, vaya al Congreso y llegue a México entero...". Por su parte el director de Pemex señaló de manera coincidente: "La defensa de la soberanía no puede significar el debilitamiento económico del País, su creciente dependencia del exterior y la pérdida de oportunidades para elevar el bienestar de los mexicanos". Yo, antiguo profesor de Teoría del Estado, entiendo que la admisión de recursos provenientes del extranjero para fortalecer la economía nacional en nada demerita la soberanía. No se trata de primero comer y luego ser soberanos. La soberanía es consubstancial al Estado. Lo que sucede es que ese concepto, mal entendido igual que otros, se ha convertido en totem -"anclas o viejos paradigmas", dijo el Gobernador Martínez- ante el cual se asumen posiciones nacionalistas, cuando no francamente patrioteras, que ciertamente pertenecen a un pasado de imposible vigencia en un mundo de economía globalizada. Si el Congreso atiende al interés nacional deberá impulsar reformas propias del tiempo en que vivimos, y superar antiguos cartabones que hoy tienen tufo rancio a demagogia... Carajo, eso de "tufo rancio a demagogia" me dejó sin habla. Denme un instante para sedar el ánimo ("gimme a break", se dice en slang americano), y luego contaré algunos cuentecillos de humor lene... Aquí estoy otra vez. Ahí van los cuentos... El entrevistador le pregunta al actor cinematográfico: "-¿Cuántas esposas ha tenido?". Pregunta a su vez el actor: "-¿Mías?"... Dos amigas viajaron a Las Vegas. En el hotel pidieron habitaciones separadas. Cierta noche una de ellas llama por teléfono a la otra. "-Me acaba de suceder algo extraordinario -le dice-. Un hombre vino a mi cuarto. Me contó que me había visto en el casino y que se había enamorado de mí. Sacó una pistola y me dijo: ‘Si no hace el amor conmigo me suicidaré aquí mismo". "-¡Qué barbaridad! -exclama la amiga-. Y ¿qué sucedió?". "-¡Indeja! -dice la otra con enojo-. ¿Oíste algún disparo?"... Don Martiriano le pregunta al agente de tránsito: "-¿Puedo estacionarme aquí?". "-No" -le contesta el agente. Pregunta don Martiriano:"-¿Y todos esos coches?". Responde el guardián: "-Los dueños no preguntaron"...Una chica jamás había ido al beisbol. Su novio la llevó a un juego. En la segunda entrada un bateador recibió base por bolas. Le dice ella al muchacho: "-Tú me explicaste que para que un jugador vaya a primera base debe pegar un hit. Éste ni siquiera tocó la pelota, y sin embargo va a la base". Le dice el novio: "-Es que tiene cuatro bolas". "-Ah -responde la muchacha-. Con razón va tan despacito"... (No le entendí)... FIN.
