El padre Arsilio le pregunta en el catecismo a Pepito, después de haber explicado el tema del pecado original: "-Dime, Pepito: ¿qué pecado cometieron Adán y Eva en el Paraíso?”. Silencio absoluto del chiquillo. El señor cura intenta ayudarlo: "-Fíjate bien: fue el pecado ori... ori...”. "-¡Horizontal!” -responde Pepito con voz de triunfo... La joven monjita tenía un hipo que con nada se le podía quitar, y la madre superiora la llevó con un doctor. Después de examinarla dice el facultativo: "-Con razón tiene usted hipo, madre. Está embarazada”. Al oír aquello las dos monjitas salen disparadas del consultorio. Cuando piensa que ya han llegado al convento el médico llama a la superiora por teléfono. "-Madre -le dice-, quiero que sepa que no es cierto eso de que su monjita está embarazada. Quise darle un susto, porque con eso se quita el hipo”. "-Y se le quitó -dice con sequedad la superiora-. Pero ahora venga a ver al padre capellán, pues cuando supo la noticia se infartó”... Hasta hace algunos años, no muchos, la Ecología era una ciencia absolutamente desconocida en México. Cuando alguien hablaba de los agujeros de ozono todos pensaban que estaba hablando de alguna japonesa. Y si la Ecología se hubiese conocido habría sido desdeñada: nadie se cuidaba de la pureza del ambiente; problemas como el de la contaminación eran ignorados por completo. Se trataba de industrializar el País, de producir, de hacer dinero, y cualquier otra preocupación quedaba al margen. Las ciudades estaban tanto más orgullosas de sí mismas cuantas más chimeneas tenían, y en la correspondencia de las empresas aparecía, como orgulloso logotipo, el perfil de la ciudad con su silueta de chimeneas humeantes. Ahora ya no. Los directivos de industrias contaminadoras sienten inquietud por los desechos que resultan de sus procesos productivos. Y en muchos casos esa inquietud no nace tanto de la necesidad de cumplir los reglamentos de la materia y de no incurrir en sanciones por violarlos, sino de una legítima preocupación por el bien de la comunidad. Los mexicanos tenemos conciencia ahora de la necesidad de preservar el ambiente porque hemos visto en la capital de la República los terribles, dramáticos extremos a que se puede llegar cuando no se ejerce una adecuada vigilancia sobre la contaminación. Tenemos derecho a vivir en ciudades limpias, en que la salud no esté amenazada de continuo. Por ello es importante que todos tengamos conciencia de lo que se debe al medio en que vivimos... "-Mi señora es gitana” -decía un señor en el bar. "-Qué interesante -comenta otro-. ¿Es húngara acaso su esposa?”. "-No, -replica el otro-. Es gitana porque cada vez que llego tarde me hace ver mi suerte”... La señora se entera de que su criadita se iba a casar. "-Te felicito, Mary Thorn -le dice-. La cosa será ahora más fácil para ti”. "-Sí, señito -responde ella muy contenta-. ¡Y también más seguido!”... El muchacho llegó acompañado por una curvilínea chica. Entra en la sala de la casa y dice a su papá: "-Padre, ¿me puedes prestar el coche? Te prometo que no lo sacaré del garaje”... Dos chicas de la vida alegre hablaban acerca de su actividad. "-Mira, Florilí -dice una a la otra-. La ventaja de nuestra profesión es que podemos estar seguras de que nunca nos substituirá una máquina”... FIN.