Le dice el señor a su mujer: "-Ahí va la nueva vecina, tan guapa ella, tan frondosa. Seguramente va de compras”. La señora se asoma por la ventana, ve a la chica y declara: "-A juzgar por cómo va vestida y pintada, se me hace que no va de compras. Más bien ha de ir de ventas”... Charlaban Himenia Camafría y Celiberia Sinvarón, señoritas solteras y maduras. Comenta Celiberia: "-Qué fino y educado es el señor que te visita”. "-Sí, -responde la señorita Himenia-. Siempre dice que está a mis pies. Voy a ver si logro que vaya subiendo poco a poco”... El letrero anunciaba: "Madame Faufil enseña el corte”. Pepito baja muy decepcionado e informa a sus ansiosos amiguitos: "-Es un fraude. Son clases de costura”... Astatracio Garrajarra, el borracho de la localidad, se quedó dormido de bruces en la barra de la cantina. Lo despierta el tabernero. "-Astatracio -le dice-. Ya vamos a cerrar. Vete derecho a tu casa”. "-¿Cómo?” -farfulla el azumbrado-. "-Que te vayas derecho a tu casa -repite el cantinero-. ¿No sabes qué quiere decir ‘derecho’?”. "-Sí sé, -contesta Garrajarra-. Sin refresco ni agua mineral”... Un amigo de Babalucas lo invitó a ir de pesca. Poco después de tirar el anzuelo el amigo sacó un pez. Babalucas exclama: "-¡Mira qué contento se puso de que lo hayas pescado! ¡Hasta mueve la colita!”... Dulcilí avisó en su casa que su novio venía a comer. "-¿Y a qué se dedica ese muchacho?” -pregunta el papá-. Le informa Dulcilí: "-Es naturalista”. "-¿Óyeme, no! -protesta alarmada la mamá-. ¡Naturalista o no naturalista, a mi casa viene con ropa!”... Breve diálogo: "-Dígame, señor nudista: ¿por qué lleva usted la barba tan larga?”. "-Soy el que mandan por las pizzas”... Llegaron el señor y la señora al bar. En la pared había un juego de tiro con dardos. El señor los pide y ¡zas, zas, zas! acierta los tres en el centro del blanco. Un borrachín le pregunta a la esposa con mucha cortesía: "-Perdone usted, señora: ¿en la casa tiene la misma puntería?”... El policía se dirige con gran severidad a la pareja: "-¿Qué están haciendo en el asiento de atrás del automóvil?”. Tranquilo responde el individuo: "-Estamos haciendo el amor. Ella es mi esposa”. "-Perdone, señor -se disculpa confuso el oficial-. No lo sabía”. "-Yo tampoco -responde el tipo-, hasta que usted nos echó la luz de la linterna”... El gusanito sacó la cabecita de la tierra y vio lo que le pareció una esbelta gusanita. "-¿Entonces qué, preciosa? -le propone con sugestivo acento-. ¿Salimos a la noche?”. "-No seas imbécil -le responde una vocecita-. Soy tu otro extremo”... San Pedro interrogaba a quienes pedían ser admitidos en la morada celestial. "-¿Engañaste a tu esposa alguna vez?”. "-Varias”. "-Bien: tienes derecho a una avioneta para pasearte por el Cielo. ¿Y tú?”. "-Yo la engañé en dos ocasiones”. "-Muy bien: tienes derecho a un avión mediano. Tú ¿qué me dices?”. "-Yo engañé a mi mujer sólo una vez”. "-Perfectamente: tienes derecho a un jet”. En la fila seguía don Wormilio. "-¿Engañaste a tu esposa?” -le pregunta San Pedro-. "-Jamás. Siempre le fui fiel”. "-Te felicito. Tienes derecho a un Concord.”. Días después se encontraron todos los recién llegados. Don Wormilio se veía muy triste. "-¿Qué te sucede? -le preguntan los otros-. Deberías ser el más feliz de todos, con tu Concord”. "-Sí, -responde mohíno don Wormilio-. Pero acabo de ver pasar volando a mi mujer, y llevaba en la parte de atrás un rehilete”... FIN.