Un agente viajero iba en su coche por el campo y el vehículo sufrió una descompostura. El hombre vio a lo lejos una luz y fue hacia ella. Era la casa de un granjero. Toca la puerta y sale el jefe de la casa. "-Buenas noches, señor -dice el agente-. Mi automóvil se descompuso. ¿Podría pasar la noche en su casa?”. "-Sí, -contesta el granjero-. Pero tendrá que compartir la cama con mi hijo de 18 años”. "-¿Hijo? -replica el agente, confundido-. Perdón, creo que entré en un chiste equivocado”... Pepito invitó a la niñita de al lado, Rosilita, a jugar en su casa. La mamá de Pepito se alarmó cuando su retoño le dijo a la pequeña: "-¿Qué te parece, Rosilita, si jugamos a los embarazos?”. "-¿Cómo se juega a eso?” -pregunta la inocente niña. "-Ven conmigo al baño -propone el tal Pepito-. Ahí te lo diré”. La mamá de Pepito corrió apresuradamente a fin de evitar algún desaguisado. En la puerta del baño escuchó lo que Pepito le decía a Rosilita: "-Ahora sí, vamos a jugar a los embarazos. Yo te veo y tú devuelves el estómago”... Pirulina, muchacha pizpireta, salió con Afrodisio, galán concupiscente muy dado a los placeres de la carne. Y no estoy hablando de tibones. Al día siguiente de la cita las amigas de la muchacha le preguntaron: "-¿Cómo te fue con Afrodisio?”. Relata Pirulina: "-Me llevó a un oscuro paraje en las afueras de la población y me propuso hacer el amor sobre el césped, bajo las estrellas”. "-Y tú ¿qué hiciste?” -preguntan, interesadas, las amigas. "-Le dije que no -responde Pirulina-. Entonces él sugirió que tiráramos una moneda al aire: si salía águila haríamos el amor; si salía sello regresaríamos a la ciudad”. "-Y ¿qué salió?” -inquieren las amigas con ansiedad creciente. Suspira Pirulina: "-Salió águila. Pero tuvimos que tirar la moneda 15 veces”... Sigue un chiste que no entendí... Las literas de aquellos dos marinos eran de lona, y la inferior estaba casi pegada a la superior. Una noche el marinero que ocupaba la litera de arriba despierta al marinero que dormía boca arriba en la litera de abajo. "-¡Despierta, Pitoncio! -le dice con enojo-. ¡Ya estás teniendo sueños eróticos otra vez!”. (No le entendí. ¿Cómo sabía lo que el otro estaba soñando?)... Dicho sea con el mayor respeto, pero yo a la señora Marta ya no le creo ni el bendito. Si ahora afirma que no quiere ser presidenta mañana declarará todo lo contrario, y viceversa. Ciertamente esa aspiración, en su caso, es un error. Una candidatura como la suya sería muy poco viable: ningún mexicano admitiría que la Presidencia se volviera un patrimonio familiar. Se hará daño a sí misma la señora si insiste en esa pretensión, no ayudará a su esposo y –lo más importante- causará perjuicio a la República, ya de por sí desconcertada por la confusión política reinante... El marido le dice a su mujer: "-Mi vida: ¿dónde están mis calcetines de golfista?”. "-¿Calcetines de golfista? -se extraña ella-. ¿Cuáles son tus calcetines de golfista?”. Responde el marido: "-Esos que tienen 18 hoyos”... Última definición de "optimista”: es el que llega a su casa después de un viaje, encuentra una colilla de puro en el buró de la recámara y piensa que a su esposa ya no le gusta fumar cigarrillos... Regresa la señora de la consulta médica y le informa a su marido: "-Dice el doctor que no puedo hacer el amor”. Pregunta el tipo: "-¿Y él cómo se enteró?... FIN.