Si algún visitante extranjero me pidiera: "-Muéstreme por favor el subdesarrollo mexicano", yo lo llevaría a la Cámara de Diputados. Quinientas curules, casi todas vacías aunque estén ocupadas. Hay ahí tanta ideología como en un molusco, y los guardianes de las puertas tienen instrucciones terminantes de cerrar el paso a cualquier principio ético que quiera entrar. Comparar con un palenque ese recinto es infamar a los palenques, deturparlos. ¿Cambiará de talante ese herradero con la diputación que llega? Quién lo sabe. La nación pide una legislatura más honrada, que ponga los intereses de la patria por encima de conveniencias de partido, y más eficiente, capaz de romper el nudo gordiano que tiene paralizado a este país. Ante esa gárrula asamblea acudió Fox a presentar su tercer informe de gobierno. ¡Cuánto ha cambiado en tres años el guanajuatense! Ya no es aquel Presidente fachendoso engallado por su sonoro triunfo, faceto, seguro de sí mismo, que comenzó su primer discurso dirigiéndose a sus hijos antes que al Honorable Congreso de la Unión. Ahora la ronquera de su voz dejaba traslucir su nerviosismo, su inseguridad. No rindió sus banderas, ciertamente, pero tampoco las hizo tremolar. Aquél que hace apenas unas semanas dijo que no había cometido ningún error, ninguno, ahora cantó la palinodia, reconoció desaciertos y omisiones y demandó la participación de todos para atacar los problemas nacionales. Lamentamos el abatimiento del Ejecutivo y la declinación de la figura presidencial. Nadie quiere el regreso de un gran tlatoani autoritario, omnímodo, pero preocupa la debilidad de un Ejecutivo que fía el concierto nacional a un coro de voces disonantes. Aturrullado Fox, borroso y difuminado el gabinete ¿debemos esperar ahora que la salvación de la República provenga de Elba Esther Gordillo, de acuerdos tramados bajo mesa por el PAN y el PRI? En nadie puede ni debe Fox dejar la responsabilidad que le compete; a él le toca tomar la iniciativa, guiar y proponer. Su mensaje no puede ser "A’i les encargo". Existe un buen ambiente para cambiar lo que cambiar se debe. La opinión pública nacional no admitiría ya más inepcias como aquéllas de la legislatura que salió. Válgase Fox de ese ánimo y abandere ese cambio. Encontraría apoyo en la mayoría de los mexicanos, hartos ya de manipuleos partidistas, y que miran y sufren los efectos de la falta de dirección en nuestra vida pública. El Presidente debe buscar puntos de coincidencia con los partidos de oposición -el PAN entre ellos-, demostrar que el apego a viejas fórmulas hace imposible nuestro ingreso a un mundo de economía cambiante, y proponer reformas viables que nos hagan salir de este pantano. Y aquí dejo la pluma, pues me puso nervioso el símil del pantano. Tan sólo pensar que estoy metido en él me causa repeluznos. Aliviaré mi congoja con unos cuentecillos... El señor cura estaba haciendo un crucigrama. "-Tengo una duda, padre -le dice a su joven vicario-. Dígame: cosa propia de la mujer, en cuatro letras, y las últimas tres son -oño". Responde con prontitud el joven sacerdote: "-Moño, padre". "-Ah, sí -dice entonces el párroco-. ¿De casualidad tiene un borrador?"... Los ladrones robaron un cargamento de Viagra. "-Será fácil pescarlos -afirma un detective-. Busquen a todos los criminales endurecidos"... Uno de los invitados al banquete de bodas le dice al novio en voz baja: "-No le ofrezcas pastel de bodas a tu señora. Ese pastel hace que empiece a disminuir el interés de las mujeres en el sexo"... FIN.