La conversación giraba sobre asuntos de teología. Llega un señor y uno de los presentes le pregunta: "-Y tú, Martiriano, ¿crees en la existencia de un Ser Superior?". "-Naturalmente que sí -responde el tipo-. Estoy casado con su viuda"... Después de seis años de que la pareja de náufragos estaba en la isla desierta llegó por fin un barco a rescatarlos. En el momento en que suben al navío le dice muy seria la muchacha a su compañero: "-Entonces no se te olvide, Exhaustio: me debes 2,875 millones de pesos de aquello que ya sabes"... La chica de la ciudad se casó con un granjero y se fue a vivir a la granja con su esposo. A la semana de haber llegado sirvió a su maridito y a la familia de éste la primera cena hecha por sus manos: un pavo al horno. Después de examinar a la ave con mirada escrutadora dice la suegra a la muchacha: "-Se ve bueno este pavo, Florilí. De qué lo rellenaste?". "-Ni siquiera tuve que rellenarlo, doña Renecia -contesta alegremente la muchacha-. El pavo que me mató Bucolio no estaba vacío"... El joven científico dice a la chica de exuberantes curvas: "-La felicito por haber donado su cerebro a la ciencia, señorita Buenderrier. Ahora dígame: ¿qué tiene planeado hacer esta noche con el resto de su cuerpo?"... El dueño de la compañía, el gerente y el contador, no se ponían de acuerdo en su discusión a la hora de la comida: el sexo en el matrimonio ¿es un trabajo o un placer? El dueño decía que era 50 por ciento trabajo y 50 por ciento placer. El gerente sostenía que era 25 por ciento placer y 75 por ciento trabajo. Y el contador afirmaba que era 25 por ciento trabajo y 75 por ciento placer. Para dilucidar la cuestión deciden recurrir a un empleado. Cuando le proponen la cuestión responde el tipo de inmediato: "-Es cien por ciento placer, y nada de trabajo". "-Por qué dice usted eso?" -le pregunta el gerente-. Y contesta el empleado: "-Porque si el sexo fuera trabajo ya me tendrían a mí haciéndolo"... Los dos albañiles pusieron el último ladrillo en la chimenea de 30 metros de alto. Bajan dificultosamente del andamio y uno de ellos se pone a revisar los planos. De pronto exclama furibundo: "-¡Eres un idiota, Masonilio! ¡Pusiste los planos al revés! ¡Lo que teníamos que hacer era una noria!"... Les platicaba un día Babalucas a sus amigos: "-Se me quedaron las llaves adentro del coche. Me conseguí un alambre, lo metí con muchos trabajos por arriba de la ventana y después de casi cuatro horas logré estirar el seguro y abrir la puerta". "-Por lo que se ve -dice uno- batallaste mucho-. "-Sí -responde Babalucas-. Y hubiera batallado más si mi señora no hubiera estado adentro del coche guiándome los movimientos"... Llega un tipo al trabajo y todos se le quedan viendo. Traía el pelo hecho una desgracia: tijeretazos por aquí; mechones parados por allá; partes rapadas; una patilla más larga que la otra. "-¿Qué te pasó, Tusino?" -le pregunta alguien-. "-Sería muy largo de contar -responde el tipo-. Pero un consejo sí les doy: jamás discutan de política con un peluquero"... La señora dice tímidamente a su marido: "-Sería muy bueno, Cicaterio, que me dieras para el enganche de una cuna. La que tenemos la han usado nuestros 14 hijos, y no puedo dormir bien al nuevo bebé porque la cuna ya rechina mucho". "-Está bien -le contesta muy atufado el individuo-. Pero a ver si ahora sí te compras una que dure".... FIN.
