El profesor había hablado de los suevos y otros pueblos bárbaros de la antigüedad. Le pregunta a Pepito: “-¿Qué influencia tuvieron los suevos en la caída del Impero Romano?”. “-Deben haber tenido mucha –responde Pepito-, porque para hacer que caiga Roma se necesitan muchos suevos”... Sonaron vibrantes las notas del clarín que anunciaba el principio de la corrida de toros; se abrieron las puertas del patio de cuadrillas y el novel diestro se plantó en la arena dispuesto a iniciar el paseíllo. Alzó garboso la cabeza, y sintió que la montera se le caía. Rápido echó la mano atrás para cogerla. Oyó una voz a sus espaldas: "-Suerte, mataó”. Volvió la cabeza y vio a un peón viejo. "-Gracias” -le dice. "-Suerte” -le dice otra vez el veterano. "-Gracias” –repite el torero. "-Suerte, mataó” –dice de nuevo el peón. "-¡Hombre! -dice el muchacho algo amoscado-. Ya lo oí. Gracias por desearme suerte”. "-No, mataó -replica el viejo-. Le digo que suerte. Suerte lo que agarró, que no es la montera, soy yo”... Una señora le contó a Babalucas: "-Mi esposo trabaja todos los días hasta las 2 de la mañana. Está escribiendo una novela”. "-Perdone usted -le dice Babalucas-, pero su esposo es un tonto. Por 50 pesos se puede comprar una ya escrita”... El rico señor hacía alarde siempre se su valiosa colección de cuadros, en especial de un Picasso que era su mayor orgullo. Sin embargo una de las criaditas de la casa comentaba con tono despectivo: "-El señor dice que tiene un Picasso fabuloso, pero tiene un piquillo de este tamaño”... En una fiesta le pregunta el muchacho a la chica: "-¿Cuántas copas necesitas para perder la cabeza, Susiflor?”. "-No sé -responde ella-. Pero con tres o cuatro he perdido otras cosas”... El policía se acerca al automóvil que estaba en el paraje más apartado y romántico del parque y ve que en el asiento de atrás se hallaban un muchacho y una chica. Proyecta la luz de su lámpara de mano al interior y pregunta al azorado joven: "-¿Acaso se propone usted hacerle el amor a esa muchacha?”. "-No, oficial” -farfulla el mozalbete. "-Muy bien -dice el gendarme-. Entonces baje y deténgame la lámpara”... “-A los 80 años -platicaba un señor- mi abuelo Gerontino se casó con una muchacha de 20. Dos de sus nietos tuvimos que ponerlo en la cama la noche de bodas”. "-Y ¿qué pasó esa noche?” –pregunta alguien. "-No sé exactamente -responde el señor-, pero al siguiente día fuimos necesarios seis nietos para sacarlo de la cama”... "-Tú nunca me has querido –le dice la señora a su esposo-. Si realmente me hubieras querido te habrías casado con otra”... Un borrachín llegó deshecho en llanto al consultorio médico. "-¡Doctor! -dice entre sollozos-. ¡Se me cayó una parte de mi cuerpo que quiero mucho! ¡Vuélvamela a poner en su lugar!”. "-Qué caso más extraño -se sorprende el facultativo-. ¿Dónde trae esa parte que dice que se le cayó?”. "-¡Aquí la tiene!” -gime el borrachín. "-¡Oiga! -exclama el médico-. ¡Ésta es una colilla de puro!”. "-¡Santo Cielo! -se espanta el borrachín-. ¡Entonces me la fumé!”... Simpliciano, joven inocente, visitó a Rosibel en su departamento. Apenas se sentaron en el amplio y cómodo diván ella apagó las luces de la habitación. "-¿Es para ahorrar energía?” -pregunta el cándido muchacho-. "-No, guapo -responde con salaz sonrisa Rosibel-. Es para quitártela toda”... FIN.