Que presenten los discursos completos de don Vicente Lombardo Toledano declamados por un grupo de poesía coral. Que pasen -íntegra- la tetralogía "El Anillo de los Nibelungos”, de Ricardo Wagner : "El Oro del Rhin”; "Las Walkirias”; "Sigfrido” y "El Crepúsculo de los Dioses”, en versión grupera. Que lean sin cortes "La Comedia Humana”, de Balzac, en esperanto. Que toquen todas las sinfonías de Mahler en arreglo especial para chirimía, teponaxtle y huéhuetl. Que ofrezcan una transcripción de "La Jerusalem Libertada”, de Torcuato Tasso, en taquigrafía Gregg. Que presenten una adaptación porno de la bonita película "Marcelino pan y vino”. Que lean -fondo musical de peine con papel de china- la Antología Poética de doña Rosario Sansores. Que exhiban sin cortes la filmografía de Bergman en lengua malgache. Que proyecten el gran documental intitulado "Muralismo Mexicano en Granos de Arroz”. Que presenten un espectáculo de patinaje sobre hielo basado en el discurso de toma de posesión de don Abelardo L. Rodríguez... Que los partidos políticos ofrezcan cualquier espectáculo, menos el que están dando al oponerse sistemáticamente, nada más porque sí, a toda reforma que no sea la que sale de su particular y ronco pecho... Pepito pregunta a su mamá: "-Mami: ¿cómo nacimos mis hermanitos y yo?". "-Bueno, hijito -responde la señora con una sonrisa de ternura-. A ti te trajo la cigüeña; a tu hermanita la encontramos entre las rosas del jardín y a tu hermanito lo mandamos traer de París". "-¡Uh que la fregada! -masculla enojado el precoz niño-. ¿Pos qué mi papá es impotente?"... Muy consternado le dice Babalucas a su esposa Boborronga: "-Se me quedaron las llaves adentro del coche”. "-¡Cómo eres tonto! -lo reconviene Boborronga-. ¿Ahora qué vamos a hacer?”. Responde el badulaque: "-Iré en taxi a la casa y traeré el otro llavero”. "-¡Estás loco! -le dice Boborronga-. ¡La casa está a 80 kilómetros de aquí!”. "-Puedo quebrar un vidrio de la ventanilla” -propone Babalucas-. "-¡Ni lo pienses! -exclama Boborronga-. ¡Están muy caros!”. "-Entonces -dice Babalucas- voy a conseguir un gancho de ropa y trataré de quitar el seguro de la puerta”. "-Está bien -acepta Boborronga-. Pero date prisa, porque va a llover y la capota del convertible está bajada”... Llegó un ancianito a confesarse. "-Padre -empieza a relatar-, tengo 60 años de casado. Ayer conocí a una muchacha de 20. Fui a su departamento y le hice el amor tres veces seguidas”. "-¡Qué barbaridad! -se escandaliza el sacerdote-. ¿Qué edad tiene usted?”. "-Cumplí 83 años, padre” -responde el veterano-. "-¡Y fornicando así! -profiere el confesor-. ¡De penitencia rezará usted cincuenta avemarías!”. "-No sé rezar esa oración” -replica el hombre-. "-¡Cómo! -se asombra el señor cura-. ¡Todos los católicos saben rezar el Ave María!”. "-Sí, padre -concede el viejecito-, pero yo no soy católico: soy judío”. "-¡Judío! -repite el sacerdote atónito-. ¿Y entonces por qué me viene a contar eso a mí?”. Contesta muy orgulloso el ancianito: "-A todo el mundo se lo estoy contando”... Una señora les comentaba a sus amigas que su marido había perdido el vigor amatorio de los pasados tiempos. "-¿Y no ha hecho nada para recuperar ese ímpetu?"- le pregunta una amiga-. "-Sí -responde la señora-. Tomó una droga que según le dijeron es maravillosa. Se llama Elíxir de Atleta". "-¿Y le dio resultados?" -pregunta otra. "-No -responde tristemente la señora-. Todo se le fue al pie"... FIN.
