NOTA IMPORTANTE: Hace unos días narré un cuento en el cual aparecían tratados en forma irreverente los nombres de Alá y Mahoma, nombres sagrados para millones de hombres y mujeres en el mundo. Ofrezco una pública disculpa a la comunidad musulmana de México y a todos aquéllos cuyo sentimiento religioso lastimé. Agradezco al atento y educado lector cuyas iniciales son MAPJ haberme hecho notar esa imprudente ligereza, que lamento con la mayor sinceridad... Llegó una gringuita al único banco que había en Rumpville, su pueblo natal, y puso ante el empleado un grueso fajo de billetes de cierto país de América del Sur. "-Cámbiamelos a dólares" -pidió. El muchacho contó pacientemente los numerosos billetes, todos de muy alta denominación, y tras consultar la tabla de equivalencias le entregó a la chica 35 centavos de dólar. "-¿Y esto?" -pregunta ella, desconcertada. Le responde el empleado: "-A eso equivale en moneda americana el dinero que usted trae". "-¡Desgraciado! -exclama la gringuita con tono rencoroso como recordando algo-. ¡Y yo pagué el cuarto y el desayuno!"... En esos mismos apuros anda ahora nuestra moneda: cabizbaja, mohína y abatida frente al dólar. Se alzan voces pidiendo que la devaluación del peso sea mayor, a efecto de que las exportaciones mexicanas rindan más provecho. Yo creo que aparte de esas voces deben oírse otras, las de aquéllos que saldrían perjudicados por una devaluación radical. Importantes son los magnates del dinero, pero más importante es el bien de la comunidad. Con base en ese interés mayoritario, y tomando en cuenta la conveniencia nacional, deben hacerse los ajustes de la moneda, y no atendiendo sólo a aquéllos que al opinar consideran únicamente su lucro personal... Un artista de cine pornográfico advirtió que todo su cuerpo estaba dorado por el sol, menos su parte más cinematográfica. Decidió exponerla a los rayos solares, para lo cual se cubrió todo con la arena de la playa, dejando afuera sólo la mencionada parte. Pasaron por ahí dos ancianitas. Una de las dos ve aquello y dice a su amiga: "-¡Mira nomás! A los 20 años las esperé; a los 30 las gocé; a los 40 las busqué; a los 50 las pagué; a los 60 las supliqué; a los 70 las olvidé... ¡Y ahora se dan silvestres!"... El jefe indio Juiced Crab fue con el hombre blanco que le había vendido un coche usado y se quejó amargamente. "-Carro echar mucho humo por atrás" -le dice con voz grave. "-No es desperfecto -responde el individuo-. Es el último avance en comunicación por automóvil para pieles rojas"... Babalucas y su amigo el Bañetas, tan tonto como él, ingresaron en el Batallón de Paracaidistas, e iban a hacer un salto. El Bañetas se disponía ya a saltar, y no llevaba puesto su paracaídas. Le pregunta alarmado Babalucas: "-¿Vas a saltar así, sin paracaídas?". Responde Bañetas: "-¿Qué es obligatorio?". "-¡Idiota! -prorrumpe con enojo Babalucas-. Obligatorio o no ¿qué no ves que está lloviendo?"... Aquel muchacho invitó a cenar a una chica. En el restorán ella pidió su cena viendo la columna derecha del menú -la de los precios- y no la que tenía el nombre de los platillos. Quiero decir que pidió lo más caro de la carta. Al final, cuando el mesero le presenta la cuenta, el pobre muchacho palidece: "-¿Te sientes mal, Saturio? -le pregunta la chica-. A lo mejor es por algo que yo comí"... Se puso de moda un champú para caballeros hecho a base de yemas de huevo. Le pregunta el peluquero al cliente: "-¿Champú al huevo, señor?". "-No -responde amoscado el hombre-. A la cabeza"... FIN.
