Se casó Adiposio Sebiliánez, sujeto exageradamente gordo. La noche de bodas, en la dulce fatiga del amor consumado, pregunta a su flamante mujercita: "-¿Te gustó, Rosilí?”. Responde ella: "-Sí. Me quitaste un gran peso de encima”... Le dice un tipo a otro: "-El departamento de Policía de la ciudad acaba de comprar una máquina detectora de mentiras”. "-Eso no es nada -dice el tipo-. Todos los casados tenemos una en la casa”... El individuo aquél encontró en la calle a su ex-esposa, de la que se había divorciado hacía un par de años. Ella, al parecer, le guardaba todavía rencor, a pesar de lo cual el tipo le dice con tono muy ligero: "-¿Qué te parece si vamos a mi departamento y hacemos el amor?”. "-Eso lo harás sobre mi cadáver” -responde ella furiosa-. "-¡Mira! -exclama él-. ¡Exactamente igual que cuando estábamos casados!”... En el aparador del gimnasio el señor veía un poster que mostraba al dueño del establecimiento luciendo toda su musculatura. "-Por sólo mil pesos -decía el anuncio- podrá usted tener un cuerpo como el mío”. Una voluptuosa muchacha se acerca al señor y le dice: "-Por bastante menos podría usted tener un cuerpo mejor que ése”... La madura señorita soltera invita al atractivo galán a visitarla en su departamento. "-Te voy a poner una adivinanza -le dice-. ¿Cuál es la criatura más ardiente y apasionada de la Naturaleza, ansiosa siempre de amor y de caricias y que hace Tirilí tirilí?”. El muchacho se queda pensando y luego contesta: "-No, no sé. ¿Cuál es?”. Responde la madura señorita soltera con una sonrisita: "-Tirilí tirilí”... A aquella azafata le decían "La Estufa”. Siempre traía prendido un piloto... A otra chica le decían "La Sal de Uvas”. Cuando salía con un hombre lo hacía estar repite y repite... "-Te voy a presentar a una chica preciosa para que salgas con ella hoy en la noche”. Se hace la presentación, en efecto, y el chico invita a la atractiva criatura a cenar, a bailar y luego a su departamento. A media luz, en el romanticismo del momento, pregunta ella: "-¿Qué te dijo Celestino cuando te habló de mí?”. "-Me dijo que eres muy simpática, muy atractiva y muy buena compañera” -responde el muchacho-. "-Le faltó” -dice ella-. "-También me dijo que te gusta disfrutar de la vida, y que sabes gozar un rato amable”. "-Le faltó’’. "-Me dijo también que no me dirías que no si te pedía que vinieras conmigo aquí”. "-Le faltó”. "-¿Qué le faltó?” -pregunta ya intrigado el chico-. Y responde la invitada: "-Le faltó decirte que soy travesti”... En la sala de espera de la maternidad los dos futuros papás aguardaban ansiosamente noticias de sus respectivas esposas. "-A mi mujer se le ocurrió aliviarse en el peor momento -dice uno-. Andábamos de vacaciones”. "-La mía estuvo peor -responde el otro-. Andábamos de luna de miel”... El turista visitaba una reservación de indios en el estado de Nueva York. Se le acerca una curvilínea doncella de exuberantes encantos naturales y le ofrece toda esa exuberancia a cambio de un billete de cien dólares. "-Es muy caro -contesta el turista-. ¿Cómo cien dólares, si tus antepasados vendieron la isla de Manhattan en veinticuatro?”. "-Sí -replica con una sonrisa la muchacha-. Pero Manhattan no se mueve”... FIN.