Un veterano de la Revolución me contaba hace muchos años, lleno de preocupación por la responsa-bilidad tan grande que llevaba, lo que le había dicho don Venustiano Carranza aquella noche fatal de Tlaxcalantongo, cuando el Varón de Cuatrociénegas fue atravesado por las balas que le mandó Álvaro Obregón. "-Murió en mis brazos Venustiano, licenciado -me contaba el viejo mílite-. Apenas alcanzó a decirme: ‘-Compadre: a’i le encargo la República”‘. A todos, en estos días, nos está diciendo México palabras semejantes. También nos encarga la República, tan llena de zozobra, tan desasosegada por todo lo que está pasando. Mala cuenta daremos de ella si no mejoramos la precaria vida política en que ahora se desenvuelve la Nación. Debemos apegarnos a la ley; conservar el orden que las instituciones dan; fortalecer el diálogo entre todas las corrientes políticas; mantenernos en la unidad y la paz. Ningún gobierno podrá salvar a este País si nosotros mismos no hacemos algo por salvarlo. Y eso sólo se conseguirá a condición de que, por encima de todo interés personal o de partido, todos los mexicanos pongamos, como bien superior, el bien de México... Pepito iba en el autobús sentado al lado de una señora muy encopetada. Tenía catarro Pepito, e iba haciendo constantes ruidos con la nariz. "-Oye, niño -le dice muy molesta la señora-. ¿Qué no traes pañuelo?”. "-Sí traigo -responde Pepito con mucha seriedad-, pero no lo presto”... "-Burcelaga –le anuncia el marido a su señora-. Mañana traeré a cenar al jefe”. "-¿Por qué lo invitaste?” -se extraña ella. Responde el tipo: "-Es una venganza. No quiso aumentarme el sueldo”... La secretaria pregunta a su compañero de oficina: "-¿Te han dicho alguna vez, Jactancio, que eres un hombre guapo, simpático y muy sexy?”. "-No, -responde muy halagado el sujeto-. Jamás me han dicho eso”. Y remata la muchacha: "-¿Entonces por qué actúas como si te lo hubieran dicho?”... El joven Babalucas iba caminando por la playa con cierto amigo. Una linda muchacha se cruza con ellos y se le queda viendo a Babalucas. La segunda vez que se encuentran le sonríe. Y la tercera vez le guiña un ojo. "-¿Qué debo hacer la próxima vez que nos encontremos?” -pregunta emocionado Babalucas a su amigo. "-Demuéstrale que estás loco por ella” -le aconseja él. La siguiente vez que se cruzan, Babalucas se planta frente a la muchacha, pone cara de idiota y sacudiéndose los labios con un dedo comienza a hacer: "-¡Br, br, br, br!”... Eran ya las 9:10 de la mañana del lunes cuando el tipo aquel llegó a su trabajo en la oficina, trabajo en el que debía presentarse a las 8. Furioso lo llama don Algón, el jefe de la empresa. "-¿Qué horas son éstas de llegar, Ovonio?” -le pregunta. "-Perdone, don Algón -se justifica el tipo-. Es que padezco un grave problema de columna”. "-Ah, vaya -se suaviza el jefe-. ¿La tiene desviada?”. "-No, -contesta el tal Ovonio-. Batallo mucho para despegarla de la cama”... Un grupo de amigos se reunieron únicamente para beber, lo cual es motivo bastante idiota para reunirse. Llega uno y pide un vaso de leche. "-¿Leche? -le dice burlón uno de los bebedores-. ¿Por qué no tomas vino?”. "-Porque es malo para la salud -opone el otro-. Prefiero tomar leche”. "-¡Estás loco! -replica el sujeto-. ¡Cómo va a ser más malo el vino que la leche! A ver: ¿qué es peor? ¿Una cruda o una fiebre de Malta?”... FIN.
