La muchacha y su mamá fueron de compras. "-¿Qué precio tiene este suéter?? -pregunta la chica a la encargada de la tienda. "-Trescientos pesos" -responde la muchacha. "-¿Y este otro?". "-Seiscientos pesos". "-¿Por qué la diferencia, si los dos se ven iguales?". "-Es que éste es de lana virgen". En eso interviene la mamá. Dice a su hija con tono admonitorio: "-¿Te das cuenta, Dulcilí, del valor que tiene la virginidad?"... Los colimenses dijeron la última palabra en la elección de su gobernador, y confirmaron con su voto el resultado de la elección primera. Errado anduvo entonces el Tribunal Federal Electoral cuando atribuyó a manipuleos del gobernador saliente ese resultado. Con más cautela y más atención a las circunstancias locales deberán andarse los juzgadores al decidir acerca de cuestiones políticas en los Estados, pues a veces dan la impresión de que resuelven sobre las rodillas, con perspectiva puramente centralista y aun a veces matizada por visos de preferencias personales. Han de tomar en cuenta esos señores que la instancia por ellos representada es la definitiva, y actuar con prudencia y absoluta imparcialidad. De otra manera el máximo órgano de decisión en las controversias electorales podrá caer en el descrédito, y eso sería cosa grave en un país que apenas empieza a transitar por el camino de la democracia... El muchacho invitó a cenar a su novia. Con preocupación advirtió que ella estudiaba con detenimiento el menú en la parte de los platillos más caros. Pensando en su bolsillo, no muy bien nutrido, le pregunta el galán a la chica: "-¿Ya decidiste lo que vas a pedir, gordita?"... La niña iba a hacer su tarea de la escuela. Le pide a su papá: "-Ayúdame, papi. La tarea trata de la Luna, y tú de eso sabes mucho". "-¿Por qué lo dices?" -pregunta halagado el señor. Responde la pequeña: "-Oí que mi mami le dijo al vecino que tú no te has dado cuenta de nada porque siempre andas en la luna"... Comentaba un señor de edad madura: "-Cuando tenía 20 años y una muchacha se me quedaba viendo, yo pensaba que era por mi guapura. Cuando tenía 30 años y una chica me veía, yo pensaba que era por mi personalidad. A los 40 años suponía que era por mi elegancia en el vestir. A los 50 años me atrevía a pensar que era por mis canas, que me hacían interesante. Ahora, a los 70 años, cuando una muchacha se me queda viendo volteo para abajo a ver si no se me olvidó ponerme los pantalones?... Don Algón y su esposa eran anfitriones de la fiesta. Cuando se fue el último invitado la señora le dice a don Algón, que para entonces se encontraba ya perfectamente borracho: "-¿Nos vamos a la cama, querido??. "-Cómo no, preciosa, -responde don Algón-, al cabo de cualquier manera mi mujer me va a gritar cosas cuando llegue yo a la casa"... El tipo aquél logró por fin convencer a su novia de que fueran a pasar un rato de ameno esparcimiento en el campo. En eso estaban cuando el novio interrumpe lo que hacía y pregunta con gesto severo a la muchacha: "-Dime Rosibel: ¿eres virgen?". ?-Sí -responde ella-. ¿Por qué me lo preguntas?". "-Porque tus movimientos no son los de una virgen" -responde el majadero. Y dice la muchacha "-Sí son. Son los movimientos de una virgen a los que el imbécil de su novio acostó arriba de un hormiguero". FIN.