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NUEVA YORK, EU.- El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas comenzó ayer lo que se espera sea una nueva batalla diplomática para definir el futuro de Iraq, después de la invasión estadunidense que depuso al gobierno de Saddam Hussein.
Estados Unidos presentó de manera oficial al resto del Consejo un proyecto de resolución para que se ponga fin a 12 años de sanciones a Iraq y se le autorice a tomar, junto con Reino Unido, el control político y económico del país por al menos un año.
El documento, copatrocinado por Reino Unido y España, contempla también la transferencia paulatina de la industria petrolera iraquí de Naciones Unidas, a las potencias ocupantes y a representantes del gobierno interino iraquí.
“A nombre de España, creo que esta resolución debe aprobarse cuanto antes”, dijo al entrar a la sesión de consultas de este viernes, el embajador español ante el organismo, Inocencio Arias.
Rusia y Francia, dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad del organismo, con poder de veto, han manifestado que prefieren que las sanciones sean suspendidas y no levantadas.
Añadieron que los términos esbozados por Estados Unidos antes de presentar la resolución no les satisfacen del todo y que les gustaría ver un papel crucial más activo de Naciones Unidas, a quien se limita a cuestiones humanitarias.
Aún antes del fin de la sesión de ayer, la mayoría de los diplomáticos indicaban que antes de hacer comentarios específicos sobre la propuesta de Estados Unidos, enviarían el documento a sus capitales para consultas durante el fin de semana.
La presentación del proyecto para levantar las sanciones, abre lo que se espera sea una larga ronda de negociaciones con la presión en los miembros del Consejo, de no caer en la polarización y división que permeo su labor antes de la invasión militar.