Reuters
BAGDAD, IRAQ.- Los inspectores de armas de las Naciones Unidas hicieron ayer una valoración ambigua sobre las presuntas armas de exterminio masivo de Iraq, lo que probablemente suministre argumentos tanto a los que apoyan la posición de Estados Unidos como a los que se oponen.
El jefe de los inspectores de armas de la ONU, Hans Blix, expresó que Iraq no había respondido a “muchísimas preguntas” en su declaración de 12.000 páginas, pero aclaró que los expertos no han encontrado hasta ahora “ninguna prueba contundente” en su búsqueda de armamento prohibido.
“Creemos que la declaración iraquí no respondió a muchísimas preguntas (...) y voy a repetir eso hoy”, dijo Blix a los periodistas mientras se disponía a presentar su informe a los miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
“Una lectura más profunda del texto ha confirmado esa impresión”, agregó.
Estados Unidos no pareció estar impresionado por las declaraciones de Blix.
“El problema con las armas escondidas es que no se detecta el humo. Sabemos que es un hecho que hay armas ahí (en Iraq)”, dijo a los periodistas el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer.
“Aún queremos ver lo que hallan los inspectores y a dónde conducen estos acontecimientos en Iraq”, agregó Fleischer, quien destacó que el informe de Blix cita cierto número de inquietudes y problemas con el gobierno de Bagdad.
Las declaraciones de Blix fueron interpretadas por los mercados como una mayor posibilidad de que haya guerra y los precios del petróleo subieron de inmediato.
Un funcionario iraquí de alto rango, mientras tanto, aseguró que su país estaba listo a responder a las preguntas sobre su declaración de armas ante el Consejo de Seguridad y añadió que la inspección de la ONU sustenta lo dicho por Bagdad de que no posee armamentos prohibidos.
“Estamos listos para responder a las preguntas que nos hagan y creemos que la mayor parte de las incógnitas podrían despejarse durante la fase de vigilancia, durante las discusiones técnicas que podrían ocurrir entre ambas partes”, dijo el general Hussam Mohammed Amin en una conferencia de prensa.