Están por consignarse siete crímenes y dos aún no han sido esclarecidos
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Contrario a lo que ocurrió el año pasado, la efectividad de la Subprocuraduría de Justicia en el esclarecimiento y consignación de homicidios se ha reducido, debido al número de asesinatos y las dificultades en el desarrollo de las investigaciones.
Joaquín Saucedo Flores, titular de la citada dependencia estatal, informó que en el presente año, son casi una decena los casos que están en trámite, siete de los cuales están por consignarse en los próximos días y sólo dos aún no son esclarecidos.
Fue durante el mes de septiembre, cuando se acumularon los asesinatos, y es el pasado mes el que registra los dos casos que oficialmente no han sido esclarecidos, aunque en uno de ellos se espera el resultado de una prueba de ADN a un presunto responsable y en el otro, se confía en agotar la línea de investigación.
En concreto, los dos casos son los de Adriana Hernández, sexoservidora asesinada el siete de septiembre en un motel de paso, y el de Adriana Ruelas de Nájera, oftalmóloga degollada el 26 del mismo en su negocio.
La aparición de nuevos casos de homicidios generan una carga lógica de trabajo para el personal de la Policía Ministerial que apoya en el desarrollo de la investigación al agente del Ministerio Público.
Sobre el elevado número de los casos pendientes por consignar, Saucedo Flores informó que en la última reunión que tuvo con los agentes del Ministerio Público de Delitos contra la Vida y la Salud de las Personas, se estableció su pronta consignación.
Incluido en la lista de homicidios por esclarecer, se encuentra el ocurrido el pasado 24 de julio de 2002 donde Ada Sosa Pérez de 32 años, murió estrangulada en un hotel de Ceballos, Durango. La Policía Ministerial trabaja para localizar al presunto homicida, el sujeto con quien vivió en unión libre tres años.
Respecto al último caso sin esclarecer, donde Adriana Ruelas de Nájera es la víctima, las autoridades confían en obtener resultados favorables en esta semana, apoyados en las investigaciones que derivaron un retrato hablado del presunto asesino.
A mediados del 2003, la racha de homicidios esclarecidos y consignados en la Subprocuraduría de Justicia se perdió, poco a poco surgieron los casos que a la fecha siguen pendientes.
25 de mayo.- Agustín Rosales Martínez de 55 años, con domicilio en la calle 37 número 281 de la colonia Fidel Velásquez, murió en un enfrentamiento con los policías rurales Iván Herrera López y José Luis Mendoza Delgado de 25 y 32 años respectivamente, que también resultaron lesionados.
El occiso era un establero y después se conoció que 27 años atrás había asesinado a un policía rural. El Ministerio Público esta en espera de la resolución que indicará si existen elementos o no para el ejercicio penal contra los servidores públicos.
4 de junio.- Don José Alanís descubre enterrado en su antigua casa, el cuerpo de su hija Rita Alanís Ontiveros, joven “desaparecida” el tres de diciembre de 1991 y vista con vida la última vez el 30 de noviembre del mismo año.
Guillermo Vidal Serrano, esposo de la occisa, es el principal sospechoso del brutal homicidio, y el Ministerio Público obtuvo la declaración de una testigo clave que radica en Estados Unidos, para poder consignar el caso.
2 de julio.- Sandra Ramírez Campos, sexoservidora de 23 años de edad, con domicilio en privada 20 de Noviembre sin número de la colonia Francisco Zarco, fue asesinada presuntamente por Gerardo Alfredo Castellanos Ramírez, un empleado de la maquiladora “Siete Leguas”, ubicada sobre el Periférico en el municipio de Lerdo.
Con la manga de un pantalón de mezclilla atado a su cuello, fue hallado el cuerpo de una mujer en estado de descomposición, y se presume que el homicidio ocurrió el 28 de junio, en la finca marcada con el número 425, de la calle Hidalgo en el fraccionamiento Santa Teresa. Esta pendiente la consignación.
1 septiembre.- Bernarda Ramírez Galarza de 62 años, subió a un taxi y encontró la muerte al abordar un taxi en Casa Ley que se atravesó al paso de una camioneta que circulaba con exceso de velocidad por el bulevar Miguel Alemán.
Armando González Hernández de 49 años, y vive en la privada 14 de la colonia Reforma Urbana el chofer del taxi, quien también resultó lesionado y fue consignado al Juez Penal, que le otorgó el beneficio de la fianza, al no existir un certificado médico que indicara si existía o no evidencia de intoxicación.
7 de septiembre.- Adriana Hernández Subiría, sexoservidora de 24 años, fue asesinada en una de las habitaciones del hotel de paso Rinconada del Sol. Atada de pies y manos, con el cuerpo boca abajo y amordazada, se encontró el cuerpo sin vida.
Sobre el caso se profundizó las investigaciones y actualmente hay una línea que depende del resultado de una prueba de ADN aplicada a una muestra de un posible homicida, pero el delito sigue sin esclarecer.
14 de septiembre.- Jesús “El Caballo” de 19 años, Juan “El Monky” de 18 años Juan “El Chespi” de 17 años, y Raúl “El Rulas” de 18 años, son los nombres y apodos de los cuatro pandilleros que figuran como presuntos asesinos de Francisco Ramírez Escobedo de 25 años.
El homicidio ocurrió en la falda del Cerro de la Pila y las investigaciones indican que los malvivientes estuvieron bebiendo e intoxicándose. Francisco recibió dos impactos de bala por la espalda y su cabeza fue destrozada con piedras. Esta pendiente la consignación.
14 de septiembre.- Gerardo Puente Allende de 38 años, murió a manos de su hermano Sergio Puente, quien fue a reclamar el adeudo de unos techos de carrizo y lo asesinó utilizando una pistola.
Los hechos ocurrieron en el ejido 21 de Marzo, municipio de Lerdo, y a pesar de que el presunto homicida fue identificado de inmediato, sigue pendiente la consignación.
26 de septiembre.- Adriana Dolores Ruelas de Nájera oftalmóloga de 42 años, fue asesinada en su consultorio cerca de las 12 del mediodía. El crimen tiene tintes pasionales y las primeras indagaciones generaron cuatro líneas de investigación, tres de las cuales ya fueron desechadas.
La reserva de la familia de la occisa en aportar datos personales, dificultó la investigación que hoy esta más avanzada, y se cuenta con un retrato hablado de la víctima. Oficialmente, el crimen no ha sido esclarecido.
4 de octubre.- Mario Miranda Vargas, quien contaba con 32 años de edad y tenía su domicilio conocido en Villa León Guzmán fue asesinado por Alfredo Pérez Hernández de 29 años, alias “El Uclilla”.
La negativa para entregarle un cigarro a “El Uclilla” fue el motivo por el cual el vicioso disparó su pistola contra el ahora occiso. También esta pendiente la consignación.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón