POR PRIMITIVO GONZÁLEZ
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Campesinos de los ejidos Santo Niño Aguanaval, La Merced, La Joya, San Antonio de los Bravos y Nueva California, están dispuestos a todo para defender su derecho a las aguas residuales y por lo pronto se plantaron en el cárcamo de La Joya.
Leonardo González Hernández y José Barrón Castro, presidentes de los Comisariados Ejidales de La Joya y La Merced, aclararon que están peleando su patrimonio, pues desde hace 40 años establecen cultivos con las aguas residuales y ahora que serán tratadas, el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento (Simas) los quiere dejar de lado para venderla a los pequeños propietarios.
Actualmente, señalaron, tienen sembradas alrededor de 1,500 hectáreas de forrajes y si les quitan el agua, sufrirán pérdidas cuantiosas que dejará en la ruina a un gran número de familias.
“Por decreto presidencial, las aguas residuales nos pertenecen y no vamos a permitir que Simas no las quite. Estamos dispuestos a pagar un precio justo por el agua tratada y consideramos que tenemos preferencia por el Decreto y el uso que le damos al agua desde hace muchos años”, declaró González Hernández.
Resaltaron que han hecho gestiones ante la Comisión Nacional del Agua (CNA), Simas y la Presiden-cia Municipal, pero hasta el momento no han logrado nada en firme y es por eso que decidieron plantarse en el cárcamo de La Joya Dos, donde ya SIMAS realiza trabajos para desviar un volumen de agua.
Por otra parte, consideran que Simas hará doble cobro, pues aplica ya una cantidad en los recibos de los usuarios por concepto de saneamiento y por otro lado venderá las aguas tratadas, lo que calificaron de injusto para los usuarios.
“Simas argumenta que en ningún momento nos va quitar el agua, pero los hechos demuestran lo contrario, pues pretende venderla a los pequeños propietarios y si queda algo entonces nos tomará en cuenta”.
Expusieron por último que están dispuestos a negociar con Simas para llegar a un buen acuerdo que satisfaga a las dos partes, pero hasta en tanto eso ocurra, seguirán plantados en el cárcamo en forma de protesta.