En el mismo recinto legislativo en el que algunos padres de la patria asumen espectaculares posiciones reivindicativas de supuestas soberanías con el fin de que no se toque ni con el pétalo de una rosa la posibilidad de eficientar el servicio eléctrico, se pone también a la aprobación de los diputados la necesidad de incrementar 17. 8 por ciento nominal el subsidio a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro con relación al de este año, presupuestado en 16 mil 490 millones. En lo que va del sexenio, el incremento ya rebasaría el 60 por ciento.
Con ello la petición realizada por la Secretaría de Energía provocaría que el gasto en esa paraestatal llegara el próximo año a más de 19 mil 430 millones de pesos y por primera vez será mayor que el presupuesto de Secretarías como la de Comunicaciones y Transportes, Sedesol o Semarnat, o el gasto para la población indígena.
Si el subsidio es aprobado en esos términos LyFC le habrá costado al erario federal casi 90 mil millones de pesos entre 1998 y 2004, un promedio anual de 12 mil 857 millones de pesos.
Ahora bien lo peor del caso es que el subsidio no es utilizado para mejoras técnicas, para inversión en activos o para beneficio de los usuarios que no tienen otro remedio que ser abastecidos de energía eléctrica en la capital de la República y su zona connurbada más que por esta entidad monopólica. Lo grueso del subsidio se dedica principalmente al gasto corriente, sobre todo para las pensiones de más de 16 mil jubilados y los salarios de 35 mil trabajadores agrupados en el Sindicato Mexicano de Electricistas, que es uno de los principales opositores a la reforma energética propuesta por el Ejecutivo y el que principalmente amenaza con convocar una huelga general nacional que paralice el país, en caso de que el gobierno siga empeñado en la Reforma Energética.
De acuerdo con los análisis de gasto devengable para 2004, LyFC mantendrá su tendencia de los últimos años de gastar casi el triple en pensionados que en trabajadores en activo, pues prevé 18 mil 033 millones de pesos para los primeros, por 6 mil 469 millones para los segundos.
LyFC genera menos del 2% de la energía eléctrica: su función consiste en comprarle energía a la Comisión Federal Electricidad para distribuirla en el Valle de México y municipios de cuatro estados que abarcan el 1% del territorio nacional, donde atiende a unos 5.7 millones de usuarios.
Al cierre de 2002, LyFC tuvo un resultado operativo negativo de más de 24 mil 200 millones de pesos, un monto casi igual al de sus ventas totales.
Los datos anteriores todos ellos copiados de artículos periodísticos publicados con ocasión a la presentación al Congreso de esta petición de subsidio nos demuestran una vez más cómo so pretexto de una tramposa consideración de la soberanía solamente se está solapando corrupción, dispendio, ineficiencia y empobrecimiento de las mayorías de este país en beneficio de unos cuantos vivales, o de unos zánganos enquistados en empresas paraestatales, o dependencias oficiales que lo único que saben hacer es cobrar puntualmente sus sueldos e incumplir con su obligación de dotar de mejores servicios públicos al conjunto de la población en México.