México, D.F.- El actor mexicano Ignacio López Tarso, quien prefirió el mundo del espectáculo al sacerdocio, adquirió una formación artística muy sólida, pues tuvo destacados maestros y ha sido dirigido en el cine, teatro y televisión por grandes figuras.
Considerado como uno de los pioneros de la televisión de México y con triunfos tanto en su país como en el extranjero, López Tarso nació en esta capital el 15 de enero de 1925.
De formación teatral, cursó estudios en la Academia de Arte Dramático del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), donde ingresó en 1949 y tuvo como maestros a Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Celestino Gorostiza y Fernando Torre Lapham, entre otros. Ganador de una centena de premios en reconocimiento a su calidad artística, López Tarso dirigió con mucho tino, al decir de sus colegas, la Asociación Nacional de Actores (1985-89) y el Sindicato Nacional de la Producción Cinematográfica (1986-90).
Debutó profesionalmente en 1951 en la obra teatral Nacida, de Garson Kanin y en 1955 ingresó en el cine. Ha interpretado más de 75 obras, entre las que se cuentan La Celestina, de Fernando de Rojas (1953); Macbeth, de William Shakespeare (1954 y 1966); Moctezuma II, de Sergio Magaña (1954, 1961 y 1968); Cyrano de Bergerac, Edmond Rostand (1962 y 1967); El Rey se Muere, Eugene Ionesco (1968); Tirano Banderas, Ramón del Valle Inclán (1974 y 1992) y El rey Lear, Shakespeare (1980).
En la televisión mexicana ha participado en una enorme cantidad de programas, series, teleteatros y telenovelas, entre ellas La Tormenta (1968), El Carruaje, El Derecho de Nacer y Senda de Gloria. En el cine ha sido dirigido por buena parte de los realizadores más importantes de México y del extranjero, como el español Luis Buñuel, destacándose especialmente su trabajo con el mexicano Roberto Gavaldón.
Entre las cintas que filmó figuran: La Desconocida, Chilam Balam, Feliz Año Amor Mío, Vainilla, Bronce y Morir, Nazarín, La Cucaracha, La estrella vacía, Sonatas, Macario, La Sombra del Caudillo, Juan Gallo, Rosa Blanca, La Bandida y El Hombre de Papel.
También destacan Cri Cri, El Grillito Cantor, El Gallo de Oro, Tarahumara, Pedro Páramo, Las Visitaciones del Diablo, Un Largo Viaje Hacia la Muerte, La Trinchera, La Vida Inútil de Pito Pérez, La Generala, Los Hijos de Sánchez, Los Albañiles y en Busca de un Muro.
Estudió en el Colegio Jalisco, de Guadalajara, en el Seminario Conciliar de México (hasta el primer año de Filosofía) y en 1950 ingresó al Teatro Estudiantil Autónomo.
En 1960 fue llamado a colaborar en los escenarios del Instituto Mexicano del Seguro Social y algunas obras, como Edipo Rey, de Sófocles, por ejemplo, llegaron a las 200 funciones.
En 1962, por su actuación en Cyrano de Bergerac se le otorgó el premio al mejor actor del año. En 1966 fue invitado a participar en la temporada de verano del New York Shakespeare Festival.
Ese mismo año se inició como productor, hizo un intercambio con Cuba e intervino en el programa cultural de los Juegos de la XIX Olimpiada, que en octubre de 1968 se celebraron en México. De 1969 a 1974 puso en escena obras de Arthur Miller, Peter Luke, David Storey, Robert Marascon y Eurípides.
En 1974 estrenó en Madrid “Tirano Banderas”, del español Ramón María del Valle Inclán, y en 1976 el espectáculo denominado “Corridos y romances”.
En 1977, en México, inauguró el Teatro de la Vizcaínas e hizo una gira por el país con la obra Equus, de Peter Shaffer. De 1978 a 1981 presentó en México y Centroamérica El Avaro, Corridos y Romances y El Rey Lear y en 1983 estrenó El Vestidor, en el Teatro de los Insurgentes. Con los corridos de la Revolución ha hecho presentaciones personales en diversos sitios, acompañado de un conjunto musical y por Raquel Olmedo, en México, y Naty Mistral, en España. Desde 1951 ha intervenido en unos mil programas y series de televisión. Ha grabado discos con Corridos y Relatos de la Revolución y un álbum con Romances de la Guerra de Independencia.