GÓMEZ PALACIO, DGO.- La oficina de la Procuraduría Federal del Consumidor de esta ciudad está operando únicamente como Unidad de Servicios al Consumidor y ha dejado de ser una subdelegación como funcionaba en sus inicios.
La encargada de la dependencia, Norma Catalina Acuña Cepeda, dijo que hasta hace algunas semanas era latente el riesgo de que la oficina gomezpalatina desapareciera, pero la delegación estatal determinó que ésta continuara operando luego de revisar la labor que está desarrollando en la recepción y atención de quejas por parte de los consumidores en contra de establecimientos comerciales, productos y servicios.
Sobre todo, dijo, se tomó en cuenta el hecho de que esta oficina atiende las quejas de los consumidores que pertenecen a diez municipios de la Comarca Lagunera de Durango, los que no tienen ninguna otra instancia a la cual recurrir cuando son víctimas de un engaño o abuso por parte de los comercios.
Refirió que la oficina ha sido objeto de una profunda reestructuración, en la que se incluye la desaparición del departamento de Organización, entre cuyas principales funciones figuraba capacitar a la ciudadanía en general sobre la elaboración de artículos de uso doméstico y personal en el hogar, con el fin de generar un ahorro en el gasto familiar.
Por otra parte, las labores de verificación de pesas y medidas en establecimientos como gaseras, gasolineras y tiendas de servicio, están a cargo del personal de la delegación estatal con sede en la ciudad de Durango, los que al decir de la entrevistada, acuden a esta ciudad una vez por semana para no desatender este aspecto.
Refirió que en este aspecto, el personal de inspección de Durango está poniendo especial interés en las tortillerías, de las que se ha recibido gran cantidad de quejas en el sentido de que incrementan los precios sin ninguna autorización y en forma desproporcional al que se tiene establecido, que es de cinco pesos el kilogramo.
Otro aspecto que cobró importancia en su momento fue el servicio de las gasolineras, cuyos establecimientos recibían inspecciones con mucha mayor frecuencia a raíz de la denuncia pública respecto de la venta de gasolina adulterada en la región.
La Unidad de Servicios al Consumidor de la Profeco de Gómez Palacio dispone actualmente de sólo cinco personas, luego de que en el año 2002 disminuyó su planta de trabajadores cuando el Municipio dejó de suministrar recursos para su mantenimiento y operación.
Desde entonces la oficina depende de la delegación estatal de Profeco de Durango y recibe un promedio de cinco quejas diarias.