-Justicia, una de las cuatro
virtudes cardinales.
Atributo de Dios con la cual
premia o castiga,
según sus merecimientos.
En la impartición de justicia nuestras autoridades a cualquier nivel dejan mucho qué desear, ante un acto tan delicado e importante como es la obediencia de las leyes donde nuestras dependencias por lustros han caído en la inmoralidad y la falta de ética en la aplicación de la espada salomónica.
Leyes que se trasmutan en letra muerta en cuanto a juzgar un individuo con dinero, el colmo, a su simbolismo muchos jueces le quitaron la venda de los ojos para ver de cuántos ceros es el papel de banco que ofrece el delincuente.
Las cárceles en México se hicieron para la gente pobre, (José Revueltas 1968). El 29 de enero del año 2002, la niña Ana Nassar Campos y el jovenzuelo Julio Castrillón Escobar, caminaban por una banqueta de la colonia San Jerónimo, en Monterrey N.L., Anita entró, junto al joven a la casa de la familia Castrillón. Mientras ella esperaba sentada en un sillón Julio por la espalda con todas las agravantes, alevosía, ventaja, traición, mansalva y premeditación le propinó un tremendo golpe con una mancuerna, (de las pesas que usan para ejercicio), en el cráneo y después ya tirada en el piso le siguió dando hasta matarla inclusive la apuñaló tres veces, después su cuerpo fue sepultado en el jardín y descubierto hasta el miércoles 30 a las 23:00 horas.
El crimen que conmovió a la sociedad regia, hasta la fecha uno de tantos desaseos jurídicos por parte de los impartidores de justicia del estado de Nuevo León. Poco o nada en ese estado norteño les ha servido ser el icono del progreso y estar a la altura en sus escuelas con los Estados Unidos de Norteamérica, (gringos), si por lo visto en este caso la falta de ética y la inmoralidad deja mucho qué desear y se anteponen los intereses económicos y de compadrazgo por parte de las autoridades corruptas y cargado de anomia el aparato judicial del estado.
Las pruebas hunden no sólo al asesino sino a los que le ayudaron a sepultar en el jardín el cadáver de la niña Anita y encubrir y borrar las evidencias del crimen, en este caso los padres del homicida el señor Julio Castrillón y su esposa Delia Escobar incluyendo a la sirvienta, de nombre Teodora Cruz Ponce; todos libre bajo fianza, argumentando que el jovenzuelo cometió el crimen en un sueño ya que fue su psiquiatra quien reveló la confesión del mozalbete al decirle que en un sueño mató a la niña Anita. Inclusive otro amigo del homicida Julio Castrillón de nombre Francisco Ramírez Canales también lo hundió al declarar que su amigo Julio, fantaseaba mucho y le confesó ser el autor de tan horripilante crimen.
Aquí en este desaseo jurídico se evidencian mucho el manoseo, las falacias y los sofismas en el caso y se protege a la familia Castrillón, desde el ministerio público que la averiguación la inició hasta pasadas dos semanas del homicidio, hasta los jueces y la misma procuradora de Nuevo León, Álida Bonifaz, quien declarara que una nueva exhumación del cadáver de la niña Anita Nassar no aportaría más datos, es decir ahora la misma procuradora se instala como ministerio público, juez y hasta doctora forense legista.
También actúan a favor del asesino y su familia, copartícipes, altas autoridades del estado como son un ex juez José Alfredo Rodríguez Treviño y el mismo juez Jorge Luis Mancilla, tal vez aconsejados por el secretario de Gobierno José Luis Divandrou y el líder del PAN en el estado Carlos Domínguez. Inclusive existe una carta sin fecha donde el señor Julio Castrillón le pide al gobernador interino Fernando Elizondo le ayude, por la amistad que les une con la familia.
Son tanto culpables el mozalbete Julio Castrillón Escobar autor material del crimen, como sus padres la señora Delia Escobar y el señor Julio Castrillón Valdez que sabían y le ayudaron a borrar las evidencias y tal vez a cavar en el jardín donde sepultaron el cadáver de la niña, inclusive cuando las hermanitas de Anita fueron a su domicilio, (ella la madre del asesino), les negó la entrada y les prohibieron siquiera que traspasaran la puerta principal.
El mozalbete asesino es hijo de un matrimonio desestabilizado y donde el padre del homicida da clases de ética y catecismo a muchos panistas que gobernaron ese proregista estado norteño.
La familia Nassar Campos perdona al asesino y sus cómplices, pero quiere que la justicia de los hombres siga su curso de acuerdo a las normas de las leyes por la que la sociedad está regida. Además el jovenzuelo no quebró un cristal, ¡No! truncó una vida inocente que el único error fue estar en el tiempo y lugar equivocado, es decir en la casa de unos encubridores que ni siquiera tuvieron, ni tienen el valor, de confesar la ayuda que le brindaron a su monstruo para cometer tan vil crimen.
¿Cuántas vidas más se perderán cuando este monifato salga de la correccional? ¿cuántos más matará el júnior Julio Castrillón en sus sueños y amparado por la justicia de Nuevo León y de los malos funcionarios? .........Correo e-linga_1031@hotmail.com