L a tortura es un método que sigue vigente en las distintas corporaciones judiciales a cualquier nivel, incluyendo el Ejército. Por años el único elemento científico que nuestras corporaciones conocían para arrancar declaraciones y firmar culpabilidades fue la tortura física, después cambió un poco y ahora se usa la tortura mental (psicológica). En muchas de las veces al llevar a cabo una diligencia “científica” a los investigadores verdugos se les pasa la mano y el presunto inculpado fallece, entonces forman cuadros burdos y montan un mal teatro diciendo que el preso o detenido se suicidó. Más allá de que la tortura sea una herencia del dominio español, ya en nuestro territorio las diferentes tribus la usaban con los prisioneros de guerra y sus ofrendas a los dioses. Nuestro tatarabuelo Cuauhtémoc fue sin duda uno de los sometidos a la tortura por Hernán Cortés so pretexto que dijera donde tenía escondido el tesoro ¿..? La inquisición contribuyó con aparatos sofisticados creados por mentes perversas para ganar almas al cielo en el nombre de Díos.
Comisiones de Derechos Humanos (CNDH) van y vienen a nivel nacional, estatal y municipal, inclusive existe un Obusman José Luis Soberanes, a Mariclaire Acosta quien fungía como la presidente de ese organismo, apenas la semana pasada fue removida de ese cargo y que entre los dos entre otras cosas son los encargados de vigilar que no se violen los derechos humanos de los ciudadanos, sin embargo no ha podido esta comisión no gubernamental evitar que este uso y costumbre se erradique de las corporaciones policíacas y según parece la comisión de derechos humanos ni lo evita, ni remedia, mucho menos lo castiga ya que su poder (CNDH) parece ser simbólico y sus atribuciones es sólo mandar recomendaciones que desde luego el poder judicial y sus gorilas se lo pasan por el arco del triunfo. La tortura rebaja al verdugo, pero parece que esto poco o nada les importa, más si la misión es encomendada a “madrinas” cuya misión es hacer méritos para que se pueda hacer acreedor a la charola. Más allá de las distintas violaciones de la que son objeto algunos implicados dentro de los papeleos y manoseos burocráticos y judiciales, en los separos, durante la investigación y ya dentro en los Ceresos y alguna que otra violación contra los ciudadanos comunes y corrientes o grupos de marginados por estar implicado en ”x” delito, está la tortura física de la que nadie está a salvo.
Ablandar al presunto culpable es un método más moderno y su práctica consiste en que mientras es trasladado en la caja de una camioneta policíaca o patrulla, un agente le ordena acostarse en decúbito y el más pesado de los custodios se le sienta en el antebrazo por un buen rato mientras lo pasean. El presunto culpable siente que le estalla la cabeza, los pulmones y que el aire se le acaba y termina por declarar, para esto los policías ya lo grabaron y si se raja le va peor: al llegar con el doctor, cuando se hace entrega del presunto malhechor, al ser examinado no encuentra huella alguna de violencia. Otra, aún existen muchas casas de seguridad por parte de las diferentes corporaciones, sobre todo en la policía judicial tanto del Estado como la Federal, en el Ejército también fue común el tener sus “cuartelitos” cuando la guerra sucia (1968/1982) y es en esas casas donde primero se le da una “basculeada sopesada” que va desde toques eléctricos, chicharra (un bastón de pilas que se usa para subir o bajar en las rampas a los animales, muy común en los rastros), este aparato se les pone en los testículos o en los senos y en muchas de las veces al castigado se le desnuda y con el piso mojado para que “cante” más rápido. El golpear con una toalla húmeda enrollada en el puño tampoco deja huella. Y otra en que hasta usan estetoscopio los celosos servidores públicos -y según cuentan fue muy común en el chivo expiatorio Mario Aburto cuando le cargaron a Colosio, junto con Othón Cortés- el método de la bolsa de plástico en la cabeza y cara amarrada al cuello, donde al inculpado se le quieren salir las órbitas de los ojos y sólo el que tiene el estetoscopio les ordena a los verdugos cuándo hay que soltar la bolsa para que el condenado empiece a respirar como pescado fuera del agua, sin embargo con esta práctica muchos se les han ido al otro mundo.
Nos admiramos de lo que pasa en otros países sobre todo en los Centroamericanos, africanos y asiáticos y no queremos darnos cuenta que la tortura lejos de erradicarla de las corporaciones, ahora sólo a tomado caminos más “inteligentes”, pero no por eso dejan de ser indignates y la prueba es que según Irene Khan, de Amnistía Internacional, estamos entre los diez países donde los derechos humanos por medio de la tortura física son muy comunes y no se puede dudar que nuestras autoridades al más alto nivel tengan buenas intenciones, mientras las distintas corporaciones en nada o muy poco han cambiado, es decir son los mismos vicios de las jefes en el ámbito aldeano, ¿por qué? Bueno, porque la corrupción en México si paga y las Comisiones de Derechos Humanos, son lavativas a un muerto o simple letra muerta en nuestro poder judicial tan lleno de corrupción y burocracia y tan vacío de ética y moral... Correo E-. linga_1031@hotmail.com