CHICAGO (AP).- Un estudio sobre el comportamiento de adolescentes matones y de sus víctimas, sugiere que en algunos de los tiroteos ocurridos en las escuelas de Estados Unidos en años recientes, los atacantes eran jóvenes que habían sido objeto de amedrentamiento.
Los matones y sus víctimas muestran mayores probabilidades de portar armas y de participar en peleas, señala el estudio, que también sugiere que más de 2,7 millones de estudiantes estadounidenses han llevado armas en los últimos 30 días.
Mientras que las víctimas de intimidación en el estudio enfrentaron el riesgo de asumir una conducta más agresiva, los mayores riesgos eran para los mismos bravucones, especialmente aquellos que mantenían con frecuencia ese comportamiento fuera de la escuela.
El doctor Howard Spivak, presidente de una comisión especial de la Academia Estadounidense de Pediatría, dijo que los bravucones "están dando señales de que les va muy mal en algo". Indicó que los matones por lo general necesitan de un público para reforzar "su poder", y aquéllos que lo hacen sin la posibilidad de una audiencia podrían tener un problema mayor.
En el estudio se incluyó a un grupo representativo de 15.686 estudiantes desde los grados sexto a 10mo que completó una encuesta de la Organización Mundial de la Salud en 1998.
A los niños se le preguntó sobre los hechos y la frecuencia en que amedrentaban o eran intimidados, sobre las armas que portaban, tales como armas de fuego, cuchillos o garrotes, el número de peleas y las heridas que sufrían.
En total un 30% de estudiantes informó sobre ese tipo de casos, ya sea como perpetrador o víctima, que fue definido en el estudio como bromas indeseables o insultos, o maltratos a otros más inofensivos.
El nuevo estudio demuestra que casi un 23% de chicos había llevado armas fuera de la escuela y un 15% dentro, en el mes previo. En el caso de las niñas fue casi un 7% y 4%, respectivamente.
Los menores que han sido amedrentados semanalmente en sus escuelas tienen mayor propensión a llevar armas a la escuela en un 60% de casos, a enfrascarse en peleas en un 70% con mayor frecuencia y en un 30% a resultar heridos que aquellos que no fueron sometidos a ese maltrato.
La conducta abusiva es un problema del que deben ocuparse los padres y los líderes comunitarios, además de las autoridades escolares.