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MEXICO, DF.- El representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, Anders Kompass, dice que las recomendaciones que hoy lunes recibirá el presidente Vicente Fox plantean que se lleve a cabo “un cambio muy radical” en las estructuras de la justicia.
Sostiene que el cúmulo de reclamos motivó la amonestación, pues durante las consultas para elaborar el diagnóstico sobre derechos humanos prácticamente en cada mexicano encontró un caso pendiente de solución. La gente quiere justicia y procurarla será clave, en la transición democrática misma, señala.
Este lunes Kompass cierra una fase en el camino por los derechos humanos, que inició el mismo Vicente Fox, el 2 de diciembre del 2000, al solicitar a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) un diagnóstico en la materia, un resumen de “los mayores problemas y deficiencias”.
Las 32 recomendaciones al gobierno foxista servirán para que el mandatario diseñe su propio Programa Nacional en este tema, que es uno de los “hilos conductores” hacia una sociedad más democrática, incluyente y próspera.
Fox escogerá las prioridades de su gobierno y se podrá avanzar si prevalece la actual apertura, con la participación de los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial y los distintos sectores académicos y sociales.
El ejercicio de este lunes, en la presentación del diagnóstico y sus recomendaciones, obliga a “no tener miedo a la realidad” y la que será relatada ante el Presidente de México es una realidad que duele, porque está cubierta de rezagos, heridas y dificultades, adelanta Kompass en una visita a este diario.
Señala que el trabajo se basó en informes, entrevistas, en una consulta a la sociedad, que comenzó en marzo y concluyó en noviembre pasado.
Quedaron de lado los problemas coyunturales, de manera que el documento comprende los problemas de derechos humanos en su origen estructural, antiguo e histórico, incluso.
“Esperamos que el diagnóstico de los derechos humanos sirva como un insumo para unir esfuerzos dentro del gobierno y del gobierno con las fuerzas políticas, para que México sea un país más democrático y más incluyente”, agrega.
La tarea implica el apoyo del Congreso y del Poder Judicial, además de que supone un trabajo que se extenderá por varios gobiernos, ya que entra a las esferas de la justicia, la economía, las relaciones laborales, la situación de las cárceles, así como la condición de grupos vulnerables, como son las mujeres, los niños, los indígenas, los jornaleros.
También los empresarios se quejan de que no hay garantías ni reglas claras.
El sistema judicial actual no solamente no funciona, está arcaico. Si alguna vez funcionó fue para otra época, no para el México de hoy, señala Kompass.
De la situación laboral comenta “temas que son únicos” a nivel mundial, como lo es que los trabajadores deben elegir a sus líderes en voto abierto, no secreto como en los países democráticos.
Una propuesta generalizada es la de fortalecer las autonomías de las instituciones defensoras de los derechos humanos. Y se plantea ampliar su mandato con la inclusión de temas electorales y laborales.