Agencias
WASHINGTON, EU.- El primer ministro palestino, Mahmoud Abbas, (Abu Mazen), tomó ayer el lugar de su mentor, Yasser Arafat, como invitado de la Casa Blanca,
Arafat, forzado a permanecer en la ciudad cisjordana de Ramallah, no ha estado en Washington desde que el presidente George W. Bush asumió el poder en enero del 2001 y lo declarara al año siguiente persona no grata, antes de forzar la designación de Abbas.
Se trata de la primera visita de Abbas a Estados Unidos desde que asumió el recién creado cargo de primer ministro palestino en abril pasado y aceptó el plan de paz, respaldado por Washington, que pretende la creación de un Estado palestino independiente en el 2005, al lado de Israel.
De cara a su encuentro con Bush, Abbas exhortó a Bush a que impida que Israel siga construyendo asentamientos en las tierras ocupadas de la Franja de Caza y Cisjordania.
También pidió que Estados Unidos presione a Israel para que libere a miles de prisioneros palestinos y frene la construcción de una polémica cerca en Cisjordania que los palestinos temen que sea un intento para demarcar las fronteras de su futuro Estado.
Abbas dijo en una entrevista que un fracaso de Estados Unidos de presionar a Israel en temas claves pudiera minar su popularidad y la posición de su gobierno moderado.
“Si ellos (los palestinos) perciben que no hay respuesta o no hay un compromiso del lado estadounidense... entonces la situación será muy diferente y yo y mi gobierno estaremos en una situación muy difícil”, dijo Abbas.
Después de reunirse con Abbas, Bush dijo que dos integrantes de su gabinete viajarán a Israel a fines de este año para trabajar en generar empleos y desarrollo en las zonas palestinas. Mencionó que le dijo a Abbas que Estados Unidos se “esforzará vigorosamente para verificar que se cumplan los compromisos” y vigilarán el progreso para la creación de un Estado palestino junto a un Israel seguro.
“Este es el momento de las posibilidades en Oriente Medio”, dijo Bush. “La gente de la región espera que sus gobernantes aprovechen las oportunidades para la paz y el progreso”.
Abbas, quien visita la Casa Blanca por primera vez, agradeció a Bush por la ayuda directa de 20 millones de dólares para los palestinos, y por hacer “esfuerzos incansables” para alcanzar la paz.
Pero dijo que para que se concrete la paz, los israelíes deben cumplir sus compromisos de retirar los puestos de avanzada judíos en Cisjordania. “Todas las actividades para instalar asentamientos deben detenerse y la reja de seguridad debe ser derribada”, dijo.
“Debe ocurrir una transformación de las condiciones humanas en el terreno”, dijo Abbas. “Deben acabar los ataques contra la dignidad de los palestinos”.
Horas antes Abbas había dicho que le pediría a Bush que “impulse al gobierno israelí para que cumpla sus compromisos” por la paz en Oriente Medio.
“No tengo objeción a que el gobierno (estadounidense) aplique las mismas medidas con nosotros si no cumplimos esos compromisos”, dijo previamente a su reunión con el presidente en la Oficina Oval.