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BUENOS AIRES, ARGENTINA.- El ex legislador Mario Pontaquarto reveló que el Gobierno del ex presidente Fernando de la Rúa pagó 4.3 millones de dólares en 2000 para sobornar a senadores para que votaran a favor de una Ley de Reforma Laboral.
Aunque el escándalo por los sobornos estalló ese mismo año y generó la renuncia del ex vicepresidente Carlos Álvarez, esta es la primera vez que un ex legislador reconoce los pagos que se hicieron, lo que reabrió el debate sobre la corrupción en el país suramericano.
En una amplia entrevista al semanario TXT, Pontaquarto dijo que De la Rúa ordenó que los fondos de los sobornos fueran aportados por la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).
Además del ex presidente, Pontaquarto involucró al ex ministro de Trabajo Alberto Flamarique y al ex titular de la SIDE Fernando de Santibañes.
La Ley, que era rechazada por los gremios porque flexibilizó las condiciones laborales, fue aprobada por la Cámara alta el 26 de abril de 2000 y el ex funcionario aseguró que eso fue posible porque “De la Rúa compró la voluntad de los senadores con dinero de la SIDE”.
Reconoció que él participó directamente de los sobornos, aunque no cobró por su intervención, ya que a principios del 2000 “fui invitado a una reunión para hablar de la Ley laboral. Fue en la Casa de Gobierno, en el despacho del Presidente”.
Recordó que el encuentro fue breve y “con música de fondo para que no se grabara lo que se hablaba”, y que hubo otros funcionarios presentes a los cuales De la Rúa dio instrucciones para que arreglaran los pagos con el jefe de la SIDE.
“Hablaban de cinco millones y algo, casi seis millones. Después de idas y vueltas se concretó que el pago fuera de cuatro millones 300 mil pesos (en ese momento las cifras eran equivalentes a dólares por la paridad cambiaria que regía en Argentina)”, aseguró.
El 18 de abril de 2000 Pontaquarto fue enviado a retirar dinero de la SIDE, ya que los sobornos se realizarían el martes 25 de abril porque la Ley se votaría al miércoles siguiente.
“Subimos en un ascensor y llegamos a una bóveda como la de los bancos. Sacaron dinero en dos maletines y una caja cerrada con cinta adhesiva”, contó Pontaquarto y agregó que guardó el dinero en su casa.
El 26 de abril, cuando el Senado sesionaba, el legislador Remo Constanzo le pidió que llevara el dinero a la casa de otro legislador y ya ahí “me entregó una lista con los nombres de algunos legisladores” y el dinero que recibirían.
El ex funcionario se dijo arrepentido de haber participado de la maniobra y así lo testificó ayer ante un juez federal que lo citó para que aportara datos al caso que aún persigue a De la Rúa, quien hasta ahora no ha sido apresado por falta de pruebas.
Este caso marcó el inicio de la fuerte crisis del Gobierno de De la Rúa, quien asumió el poder en diciembre de 1999 y dos años después se vio forzado a renunciar ante una ola de protestas a su política económica que dejaron un saldo de 33 muertos en todo el país.
Ante el escándalo desatado por las revelaciones de Pontaquarto, la Unión Cívica Radical, el partido al que pertenece De la Rúa, resolvió que expulsará a todos sus militantes que estén involucrados en los sobornos al Senado, incluido el ex mandatario.
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, calificó el viernes como “un día de gloria” porque las revelaciones del ex funcionario permitirán que caigan los responsables de uno de los más indignantes casos de corrupción que ha habido en el país.
Fernández reconoció que Pontaquarto hizo saber sus revelaciones de antemano al presidente Néstor Kirchner, ya que quería garantías de seguridad para su familia.