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LISBOA, PORTUGAL.- Al menos 1.2 millones de niños son víctimas de tráfico cada año en el mundo, denunció ayer el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia en un reporte publicado aquí en el marco de su campaña contra la explotación infantil laboral y sexual.
Según el estudio, Europa Occidental es el principal “mercado” de destino de los niños que son vendidos por las familias o raptadas por cuadrillas que abastecen redes internacionales de traficantes.
África y los países del Este europeos son los principales “exportadores” y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) calcula que anualmente cerca de 200 mil menores de edad y adolescentes son víctimas del tráfico en África Occidental.
Una parte de los infantes es “exportado” hacia Europa, el resto permanece en África. Los chicos trabajan en las plantaciones, construcción civil y como estibadores o pescadores, mientras que las niñas son enviadas a ciudades donde trabajan como domésticas.
En 2002, varias organizaciones humanitarias denunciaron este tráfico organizado por comerciantes nigerianos y senegaleses, pero el asunto fue rápidamente “olvidado”.
Según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia ingresan cada año en la Unión Europea cerca de medio millón de adolescentes, menores de 18 años, provenientes de todo el mundo, destinados al servicio doméstico o a la industria del sexo.
Las ex repúblicas soviéticas y yugoslavas son los países de donde proceden el mayor número de prostitutas menores de edad que son “vendidas” en Europa y en Oriente Medio, mientras que de América del Sur los niños son enviados a Estados Unidos y Canadá.
En Rumania, los traficantes pueden fácilmente “comprar” una joven por 50 dólares, con el acuerdo de miembros varones de la familia o de “mafias” de las naciones vecinas.
Según la UNICEF, se registra también un aumento del tráfico proveniente de Asia, que representaría cerca de un tercio del total de los “esclavos modernos”.
En China, cerca de 250 mil niñas y jóvenes mujeres son “exportadas” anualmente hacia las grandes ciudades, con Hong Kong y Singapur como placas giratorias del tráfico hacia otros países.