La corrupción al interior de las corporaciones policíacas continúa siendo uno de los principales lastres de la seguridad pública.
Pide Gutiérrez Pesquera que se le notifiquen los casos directamente a él.
TORREÓN, COAH.- Elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal del Sector Sur, se quejan que el oficial a cargo, Jaime Ballesteros Román, les exige “cuota” diaria e incluso cobra dos mil pesos por asignar las patrullas. Francisco Javier Gutiérrez Pesquera, titular de la corporación, pide que presenten las denuncias directamente con él.
Varios agentes uniformados se comunicaron a esta redacción, para manifestar su inconformidad porque el mencionado oficial les demanda “el tequiliú”, de tal modo que los obliga prácticamente a extorsionar a quienes tienen la desgracia de caer en sus manos, lo cual dista mucho de sus verdaderas funciones.
Esto ya se lo han reportado a sus superiores, pero hasta el momento no han hecho nada al respecto, por lo que ya no saben a quién recurrir y por eso optaron por El Siglo de Torreón.
Los policías, que solicitaron se omitieran sus nombres por temor a represalias, manifestaron que no han acudido con el director (Gutiérrez Pesquera), pues temen que no les haga caso y sí por el contrario que sean dados de baja.
Señalaron que Jaime Ballesteros Román les ha pedido hasta dos mil pesos a los elementos para que se les asigne una patrulla de las nuevas, cantidad que no pueden solventar por sus propios medios.
De igual forma aseguraron que les exige dinero “para repartirlo con los de más arriba”, lo cual no creen que sea cierto pero no tienen la forma de verificarlo.
“Que vengan conmigo”: Pesquera
Cuestionado sobre lo anterior, el director de la DSPM, Francisco Javier Gutiérrez Pesquera, no pudo ocultar su enojo sobre el caso y tronó diciendo: “Que vengan conmigo pero ya, para arreglar esto”.
Mencionó además que desde el inicio de su gestión como titular de la corporación, ha tratado de brindar confianza a la gente para que se acerque y denuncie las irregularidades cometidas por quien sea y de esta manera tener bases para despedirlo.
“Con la mínima prueba de esto o que fueran varios señalamientos de los agentes, Jaime Ballesteros Román se va de inmediato. Sólo necesito que hagan la denuncia frente a mí”, concluyó diciendo el funcionario policíaco.
¿No a la mordida?
Dicen “no a la mordida”, pero si las aceptan. La infracción que los tránsitos de la unidad 35123 pretendían levantar a José Gutiérrez era legal, no obstante se dejaron convencer con los 50 pesos que les ofreció.
Cerca de las 12:43 de la madrugada del sábado, José manejaba su camioneta Caravan, modelo 89, con permiso para circular de Fedepafa, cuando las sirenas de la patrulla le anunciaron que tenía que detenerse. Se acercaron hasta la ventanilla del conductor, dos oficiales debidamente uniformados y con su botón blanco de letras rojas con la leyenda “Di no a la Mordida”.
Preguntaron sobre los faros y José argumentó que los que traía estaban bien, pero ellos alegaron que según el reglamento esas luces eran meramente accesorios.
Entonces procedieron a solicitarle su licencia de conducir, pero hacía dos semanas que extravío su cartera con identificaciones oficiales y 900 pesos que acababa de recibir de su sueldo.
Sin nada que lo avalara, la única alternativa era ir al corralón. Los oficiales le dijeron que lo acompañarían a que dejara a su esposa y cinco hijos hasta su hogar, en la colonia La Fuente, y después tendría que acompañarlos para los procedimientos de ley.
José aceptó pero al mismo tiempo les dijo que “le hicieran un paro”. Ellos preguntaron que cuánto dinero ofrecía, y él sacó de la bolsa derecha de su pantalón el único billete que traía: 50 pesos.