GÓMEZ PALACIO, DGO.- Susana García se llevó una desagradable sorpresa, cuando fue al banco, la cajera le informó que todo el dinero de su quincena ya había sido retirado, Susana dijo que no era posible, que ya había reportado su tarjeta, porque un día antes el cajero se la “tragó”.
—¡Óigame no!, esto es un robo, a mí me van a responder por mi dinero—, gritó exaltada Susana. La cajera se limitó a darle un papel con el corte de su cuenta.
Diez de octubre, abono nómina: cinco mil 796.95; 13 de octubre, cajero ajeno: menos cinco mil; 13 de octubre, retiro cajero: menos 780. Las cifras eran claras, un depósito y dos retiros. Lo único que no coincidía es que el domingo 12 de octubre, Susana García Buendía, reportó su tarjeta en el Distrito Federal.
“Cuando se fue mi tarjeta en el cajero de Saltillo 400 y el Paseo del Tecnológico, apunte el número 01 800 22 66 783, en mi casa marqué y ahí me dieron un número de reporte, cuando fui al banco, la señorita lo desconoció”, explicó Susana García, enfermera de profesión.
El caso de Susana extrañamente no es aislado, una decena de sus compañeras que laboran en la clínica del ISSSTE de Gómez Palacio, han sido víctimas de robos similares, unas con cantidades más bajas, otras con toda su nómina.
Abordadas a un costado del módulo de información de la clínica, las enfermeras expusieron sus casos. “Dicen que son los ‘clonadores’ ”, “es el gerente en Durango”, “son nuestros delegados”, “son los del banco”. Todas las afectadas daban su versión.
Las conjeturas de las mujeres no se hicieron esperar. “¿Quién sabe la fecha del depósito?”, “¿por qué si saben que un cajero está clonado no avisan?”, “nosotros no escogimos que nos pagaran con tarjeta y menos en ese banco”, “yo estoy esperando un video para poner denuncia penal”.
La más osada, Silvia Alejandra García Barrios, también empleada del ISSSTE, dijo que a ella la robaron el 12 de septiembre en un cajero de Las Palmas, Sinaloa. Fueron cuatro mil 400 pesos retirados del cajero. Silvia se dio cuenta hasta el día 15, cuando iba a ocupar su dinero.
“Hice el reporte pero ya no me sirvió de nada, me robaron el dinero y hasta hoy no tengo respuesta”, señaló Silvia Alejandra. Interesada en descubrir el fondo del asunto, la trabajadora se comunicó con Alejandro Piedra, ejecutivo de Banorte en Durango.
“Lo más que me dijeron fue que si quería un video de cuando retiraron el dinero, me iba a costar 300 pesos, todavía ‘bailada’ y además voy a pagar, bueno ni modo, pero esto no se queda así”, dijo la enfermera.
Dentro de las acciones extrañas en estos robos, las quejosas citaron el caso de un funcionario de Recursos Humanos, que perdió mil pesos, reclamó en Durango y le devolvieron el dinero.
La falta de respuesta de sus jefes y la institución bancaria, orilló a las trabajadoras a denunciar públicamente los robos, dicen que no se van a quedar cruzadas de brazos y que van a llegar al fondo del asunto.