Por Cecilia Aguilar Acuña
El Siglo de Torreón
SAN PEDRO DE LAS COLONIAS, COAH.- La comunidad sampetrina ve con ojos de tristeza la demolición de la que está siendo objeto el antiguo edificio de la escuela primaria Justo Sierra, pero tras conocer que las condiciones física del inmueble ponían en peligro la vida de los estudiantes quedaron conformes.
Es un edificio muy antiguo, dice Salvador Sandate González, maestro encargado de la obra, “es triste que se venga abajo esta escuela, porque por ella desfilaron varios hombres ilustres de San Pedro, pero creo que fue una buena decisión, pues con una reparación no quedaba bien”.
Y es que en un recorrido que El Siglo de Torreón realizó en el lugar -previa explicación del maestro albañil- constató que unas grietas al costado izquierdo del edificio, iniciaron el deterioro del edificio, “la culpa realmente fue del terreno, que cedió por el peso del edificio”.
Las labores de demolición iniciaron hace cuatro semanas bajo el trabajo de seis albañiles que con un mazo de ocho libras están tumbando traves, castillos y dalas, “la destrucción del edificio viene de arriba abajo, es para protección. Terminando el segundo nivel, ahora sí podrá entrar la maquina excavadora”.
Experto en su trabajo, Sandate González tomó un ladrillo en sus manos, “mire el material del cual está hecho, jamás lo veremos más... a pesar del golpeteo del que son objeto, todos caen enteritos”.
Se refirió a que los trabajos de demolición están siendo muy pesados, “es que el concreto que usaron, está rico en cemento, muy macizo... si no hubiera sido por el terreno, esto no hubiera pasado”.
El edificio contaba con seis aulas considerablemente amplias en la planta alta y otro tanto, en la parte de abajo. En las oficinas y en lo que eran los pasillos, todavía se aprecia una serie de objetos escolares: libros en cajas, esqueletos de plástico usados para las clases de química y hojas desprendidas de libros viejos revueltas entre los escombros.
Y es que según dice Sandate Gonzáles, las madres de familia, directivos y maestros, gestionaron la demolición del edificio por la razón antes expuesta.
Pero una persona que se acercó a la representante de El Siglo de Torreón, explica que según trascendió, el dueño de la gasolinera que se ubica en la esquina del edificio, “supuestamente es Rogelio Montemayor y él convenció a la directora para que la tumbara, pues según se dice, los de esta escuela se oponían a que se ubicará –la gasolinera- en esa zona por el peligro que representaba para los niños, pero cuando le dijeron que le harían la escuela nueva, fácil la convencieron”.
Sandate González luego expuso que de eso no sabía nada, “solamente sé que sí vinieron los peritos de la Secretaría de Educación Pública y bajo un estudio, comprobaron que el edificio no tenía remedio, que había que tirarlo”.
Decisión
El titular de Obras Públicas del Municipio sampetrino, José Luis Lomas, explica que el Ayuntamiento no participó en los planes de demolición del edificio de la escuela primaria Justo Sierra, “fue la Secretaría de Educación Pública quien decidió tumbar el edificio, pero porque en realidad era un peligro para la seguridad de los pequeños estudiantes”.
Explica que desde hace más de un año, las autoridades educativas y padres de familia estaban gestionando ante la SEP la construcción de un nuevo edificio, “de hecho desde hace tiempo la comunidad escolar salió a tomar clases a la escuela Juana Villalobos, pues el recubrimiento de los techos se estaba cayendo y las grietas cada vez eran más grandes”.
Peritos del organismo encargado de la construcción de escuelas adherido a la SEP revisaron el deterioro del edificio y fueron los que determinaron la necesidad de echarlo abajo, “el Municipio solamente donó el terreno, por eso, esa escuela dejará de ser municipal, pues pasará a la Federación”.
Al parecer la obra de construcción costará cuatro millones 300 mil pesos, “es una cantidad que el Municipio no tiene, además a ellos les corresponde esa obra”.