09/abril/2003
Washington (Notimex).- Decenas de iraquíes festejaron hoy el ingreso de fuerzas estadunidenses a la plaza Fardos, centro de Bagdad, que tuvo su cúspide con el derrumbe de una estatua de Saddam Hussein, luego de varios intentos por parte de la población.
La estatua, erigida frente al hotel Palestina donde se concentró la prensa extranjera durante las últimas semanas y uno de tantos símbolos del regimen de Hussein, fue al final tirada por las fuerzas estadunidenses.
Los soldados llegaron hasta la plaza acompañados de tanques y tras asegurarse que el área estaba libre de francotiradores o de milicias de la Guardia Republicana, ayudaron a los iraquíes a derribar el monumento con un tanque y una polea.
Bajo la mirada vigilante de los militares de Estados Unidos, que llegaron hasta esa plaza ubicada en la principal avenida que conduce al centro de la capital iraquí, la estatua de Hussein fue pisoteada por decenas de iraquíes que jubilosos festejaron su caída.
Con un mazo decenas de iraquíes trataron de manera infructuosa demoler la base de la imagen de su gobernante, así como con largas cuerdas que al final fueron amarradas a un tanque de la coalición que se había estacionado en el hemiciclo.
La situación se tornó tensa luego de que soldados estadunidenses cubrieron con una bandera de su país la cabeza de la estatua, lo que minutos después fue sustituída por una iraquí motivando que la gente les aplaudiera y lanzara consignas de apoyo.
La figura del ex hombre fuerte de Irak cayó en dos partes, y algunos pobladores tomaron la cabeza, que fue arrastrada por varios metros alrededor de la plaza donde por dos años permanecio erguida, bajo la mirada vigilante de los marines.
Las escenas del derrumbamiento de la estatua se dieron en el marco de la llegada de las fuerzas británico-estadunidenses a varios puntos de Bagdad, al cumplirse tres semanas de iniciada la invasión miliar Irak.
En contraste, se veía una ausencia de autoridades iraquíes, como la del ministro de información Mohammed Al Sahaf, quien hasta horas antes aseguró que el gobierno de Hussein mantenía aún el control de país.
La estatua metálica, que muestra a Hussein con un brazo levantado por encima de la cabeza, fue erigida en el 2001, para reemplazar una puerta y una estructura de arco llamada Monumento al Soldado Desconocido.
Hussein, que ha gobernado Iraq durante tres guerras desde que tomó el poder en 1979, había prometido derrotar la invasión lanzada el mes pasado por Estados Unidos y Gran Bretaña para derrocarlo.
Reciben a tropas con júbilo
Decenas de tanques de Estados Unidos y Reino Unido entraron esta tarde por el este y noreste con destino al centro de la capital iraquí, donde hombres, mujeres y niños los recibieron con gestos de júbilo.
Con banderas blancas que representan la paz, los civiles iraquíes dieron la bienvenida a los militares de la coalición, a quienes comenzaron a considerar como sus liberadores del régimen de Hussein, cuyo destino sigue siendo incierto.
La llegada de las fuerzas de la coalición se dio en aparente tranquilidad, aunque en algunos sectores de la ciudad se producen saqueos y actos vandálicos a comercios, oficinas gubernamentales y apartamentos.
Los militares comenzaron a tomar posesión de los principales sitios de la ciudad, mientras que algunos civiles coreaban cánticos y otros destruían fotografías y esculturas del presidente iraquí.