Reuters
MANAGUA, NICARAGUA.- El jefe del ejército de Nicaragua descartó ayer una destrucción total de los misiles tierra-aire que tiene el país, como insistió el lunes el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell.
El general Javier Carrión, que se reunió en privado con Powell antes de que el funcionario estadounidense partiera hacia Honduras ayer, admitió en cambio una eliminación parcial de los misiles en el marco de un balance regional de fuerzas.
Powell dijo el lunes en Managua que el ejército local no necesitaba los misiles SAM-7, un arma portátil para pequeñas unidades de combate, y que los mismos constituían un “peligro potencial” para la seguridad regional.
Carrión indicó que en la reunión “bastante franca y larga” con Powell hablaron “con profundidad con el secretario de Estado, que es el más alto cargo político (de Estados Unidos) al que hemos llegado nosotros los militares”.
“Obviamente, Estados Unidos ha sentado su posición que no quiere misiles en Nicaragua, nosotros hemos dicho que sí vamos a quedarnos con misiles en Nicaragua”, dijo el jefe militar.
Carrión sostuvo que dijo a Powell “que queremos un tratamiento de igual con otros países de América Latina que tienen misiles también, porque no puede ser una particularidad de que le preocupe Nicaragua con misiles, si en América Latina hay países que tienen misiles”.
Los misiles tierra-aire SAM-7 que posee Nicaragua, un poco más de dos mil según Carrión, fueron donados al país en la década de 1980 por la desaparecida Unión Soviética, que en el marco de la Guerra Fría apoyaba al entonces gobierno del Frente Sandinista.
El gobierno sandinista enfrentó la hostilidad de Estados Unidos, que impuso un bloqueo económico al país centroamericano y entrenó, armó y financió a los rebeldes derechistas o “contras” que intentaron derrocarlo.
Carrión dijo que los países de Centroamérica están en un proceso para lograr un balance regional de fuerzas, “y si se determina la destrucción en su momento, obviamente deberemos trabajar con el análisis de los otros países”.
El jefe militar agregó que desde hace varios años, “en un gesto de buena voluntad”, Nicaragua abrió sus almacenes militares y entregó listados y numeraciones de sus misiles a Estados Unidos.
“Eso nos ha evitado más suspicacias, por lo tanto, queremos que Nicaragua sea tratada como un país más en América Latina que tiene este tipo de armamento”, sostuvo.
El ministro de Defensa, Adán Guerra, dijo que los presidentes del istmo aprobaron el cuatro de septiembre una propuesta de control y limitación de armamentos presentada por el presidente nicaraguense, Enrique Bolaños.
Guerra, que también se reunió con Powell, dijo que los países centroamericanos también diseñaron un calendario para impulsar el control de armamentos y lograr el balance de fuerzas, que se espera culmine en diciembre del 2004.