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LIMA, PERÚ.- A los gritos de “y va a caer, y va a caer, el mentiroso va a caer” miles de manifestantes marcharon pacíficamente por las calles ayer, en abierta crítica al presidente Alejandro Toledo y para exigir la suspensión del estado de emergencia implantado por el gobierno para prevenir un desborde social en Perú.
La nutrida marcha que congregó por lo menos a diez mil personas, causó la interrupción del tránsito en el centro de Lima, pero no se registraron choques con las fuerzas policiales y armadas que vigilaron estrechamente el desarrollo de la movilización.
Los manifestantes portaban banderas y carteles con frases de apoyo al sindicato de maestros (SUTEP), que acata una huelga de 23 días para exigir al gobierno un incremento de sus sueldos.
“Y va a caer, y va a caer, el mentiroso va a caer”, coreaban los marchantes, en alusión al presidente Alejandro Toledo, así como “si no hay solución la huelga continúa”.
La marcha llegó hasta la sede del Congreso, donde los dirigentes entregaron un memorial con sus reclamos.
La Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), de tendencia izquierdista, se negó a suspender la marcha, considerada como una provocación al régimen de excepción. Este implica que las fuerzas armadas asumen el control interno del país.
El gobierno hizo infructuosos esfuerzos para hacer desistir a la CGTP de realizar la movilización, ante el temor que pudiera derivar en actos violentos.
Maestros y trabajadores se congregaron desde temprano en la Plaza Dos de Mayo en el centro de Lima, mientras en otras ciudades del país como Ayacucho, Puno, Huancayo, Cusco e Iquitos, miles de profesores marcharon por las calles pacíficamente.
En Arequipa, 750 kilómetros al sudeste de Lima, se cumplía además un paro general convocado por el Frente Cívico Regional en protesta por el estado de emergencia.
Mario Huamán, presidente de la CGTP, dijo que la marcha fue pacífica y que “no vamos a enfrentar las balas de la policía y el ejército porque las consecuencias pueden ser funestas”.
La marcha no contó con autorización de la Prefectura de Lima Perú.
El gobierno se vio obligado a implantar el miércoles el estado de excepción por 30 días para evitar un desborde de protestas, a raíz de la prolongada huelga del SUTEP, a la que se estaban uniendo en solidaridad otros gremios.
En los más graves incidentes registrados la semana pasada, un estudiante murió baleado, y otras decenas resultaron heridos en un enfrentamiento en la ciudad de Puno.
El ministro del Interior, Alberto Sanabria, dijo que 304 personas fueron detenidas en los primeros días de la emergencia.