MATAMOROS, COAH.- Unos cuantos pasos y está el bordo del río Aguanaval, el cauce es casi su patio, pero Felícitas Ramírez, "no se va y no se irá de ese lugar'', que se localiza en el ejido Flor de Mayo, municipio de Matamoros.
Dijo: "Prefiero seguir en este peligro, ya estoy aquí y no voy a perder todo lo que tengo, aun cuando en las avenidas del río, las noches son de desvelo, desesperación, angustia al oír y ver llegar el agua, pero todo lo supera la idea de seguir adelante''.
Felícitas, al igual que 100 personas, alrededor de diez familias, entre ocho y diez adultos, jóvenes y niños, por cada casa, viven aproximadamente a 12 metros del río Aguanaval.
En su mayoría llegaron a vivir hace 30 años al ejido Flor de Mayo, cuando el agua del río se llevó numerosas casas y desapareció tres comunidades que se llamaron, La Flor, La Barca y Los Emilianos.
En esa ocasión el Gobierno del Estado reubicó a las familias en lo que ahora es la Flor de Mayo, les dio su terreno y les dijo que en ese lugar, el agua del río Aguanaval no les alcanzaría.
Las familias se confiaron, estba lejos el cauce y efectivamente así estuvo por mucho tiempo. Felicitas comenta que la naturaleza que tiene sus propias reglas y supera siempre al ser humano y así, cambió el cauce, no se sabe cómo, hay varias versiones; la posición de los pinabetes, lo azolvado del río, el lodo, la tierra, la basura, nadie sabe, pero volvió a llegar el agua.
Zona de riesgo
La Flor de Mayo ahora se ha convertido en zona de riesgo y algunos ejidatarios vendieron sus tierras, otros siguen en ese lugar, en el caso de Felícitas, le vendieron hace cinco años el terreno de su casa, en mil 500 pesos, son 100 metros cuadrados, el lugar es muy amplio y tiene una construcción grande.
La familia Pérez-Ramírez, a la que pertenece Felicitas se compone por sus hijos, José Manuel y Rosa Isela, su hermana Maura Ramírez, viven a su manera: "tenemos vacas, cabras, marranos, gallinas, caballos, no estoy dispuesta a perder todo, dejar lo que representa mi patrimonio, eso nunca, sólo porque la avenida del río Aguanaval está a unos metros de mi casa, además es cada año y en ocasiones se pasa sin que llegue el agua''.
Reconoció que es difícil pasar las noches en vela cuando las avenidas del río, caminar por los alrededores, pararse en la orilla atenta a ruidos, escuchar las voces de auxilio y "sortear'' las serpientes, que siempre se alborotan con el agua.
Luego comentó acerca de los albergues, ha estado desde niña en ellos, en su actual vivienda el agua se ha metido cinco veces, es lo más difícil que recuerda, luego, deja de llover, todo se seca y vuelve la normalidad.
Sabe lo que se padece al ser damnificada, cargar con los niños, sufrir el frío, la falta de alimento y ropa, llevar los animales a un lugar seguro, pero todo es soportable si piensas que no te quieres ir de ese lugar, porque ahí está tu casa, tu patrimonio, tu vida y esta idea te hace soportar lo que sea.
La naturaleza es impredecible
Comenta sobre el ejido Reynosa; este poblado desapareció hace seis años porque el agua del río Aguanaval se lo llevó, a sus habitantes les dieron tierras y les construyeron sus casas, ahora en el ejido Nuevo Reynosa, pero Felicitas vaticina, "les aseguro que en menos tiempo del que se cree, el agua les llegará otra vez, no quiero pensar en forma negativa, pero esto es así, la naturaleza es impredecible''.
El Ejército Mexicano
La comunidad de Flor de Mayo, dio a conocer que la ayuda de elementos del Ejército Mexicano, las autoridades del Gobierno Municipal y Estatal, Protección Civil, la Policía Preventiva de Matamoros, la Estatal y Ministerial, siempre apoyan cuando las avenidas del río Aguanaval.
La ayuda es siempre es más abundante en este sitio por ser el ejido más cercano al cauce del río, aun cuando el agua entra o pasa por ejidos, como Congregación Hidalgo, San Antonio, Corea, El Dólar, Petronilas, entre otros, es en Flor de Mayo, el lugar con una mayor atención de las autoridades, por ser la comunidad, en donde "la barda de alrededor de diez viviendas, es el bordo del río''.
Rehabilitan canales de riego
La Comisión Nacional del Agua (Conagua), a través de la Subgerencia de Operación, realiza obras de rehabilitación y modernización en los canales de los módulos de riego del Distrito de Riego No. 017 del Río Aguanaval.
La obra consiste en la rehabilitación y colocación de los mecanismos de las compuertas y represas, la rectificación de plantillas en 18 canales con una inversión de dos millones 636 mil 135 pesos.
A todo esto se agrega una obra con maquinaria de la Comisión Nacional del Agua, en reforzamiento de bordos en el ejido Flor de Mayo, con una inversión 250 mil pesos, la superficie beneficiada, cuatro mil 235 hectáreas y mil 762 familias beneficiadas