Denver (EEUU), (EFE).- Científicos británicos anunciaron que han desarrollado la primera medicina para superar los episodios de alergia al cacahuate o maní.
Los investigadores advirtieron que no se trata de una cura para ese tipo de alergia, que es la que más muertes causa en Estados Unidos.
Sin embargo, en un estudio presentado ante la Academia de la Alergia en EEUU, reunida en Denver (Colorado), indicaron que el medicamento, que aún está en una etapa experimental, ayudará a evitar las graves complicaciones de los episodios de alergias causadas por el maní.
Los detalles de la investigación serán publicados en el número del próximo jueves de la revista New England Journal of Medicine, la cual los adelantó en su sitio de Internet.
Los casos de alergia a los cacahuates causan entre 50 y 100 muertes de un total de 1,5 millones de casos cada año en EEUU, y ese número ha ido aumentando progresivamente en los últimos años sin que hasta ahora los científicos tengan una explicación.
Según manifestó el doctor Gideon Lack, del Saint Mary's Hospital, del Imperial College (Londres), la medicina, identificada como TNX-901, tiene como principal objetivo neutralizar el funcionamiento de la inmunoglobulina-E (IgE), que es una molécula que desempeña un importante papel en el asma y las alergias.
El estudio se realizó con 84 personas que padecen reacciones alérgicas inmediatas a los cacahuates a las que durante cuatro meses se les administraron inyecciones de TNX-901 o de una sustancia inocua o placebo.
Los investigadores señalaron que se aplicaron dosis de TNX-901 en tres niveles y que, al final, quienes recibieron la dosis más fuerte no tuvieron problemas al consumir harina de al menos nueve maníes.
Cinco de ellos pudieron consumir el equivalente a 24 cacahuates sin mostrar ninguna reacción alérgica.
"Esas cifras son impresionantes", dijo el doctor Hugh Sampson, de la Escuela de Medicina Mount Sinai de Nueva York.
Por lo menos tres empresas farmacéuticas estadounidenses han pedido aprobación a las autoridades federales para iniciar las pruebas de la medicina para su comercialización.
Sampson manifestó que aun cuando esas pruebas se inicien en los próximos meses una aprobación de la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) tardaría tres a cuatro años.