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San Cristóbal de Las Casas, Chis.- La diócesis de San Cristóbal de Las Casas, negó ayer aquí, a través del obispo Felipe Arizmendi Esquivel, que vaya a sumarse a la movilización que el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) llevará al cabo el fin de semana próximo en Oventic.
Entrevistado tras su celebración dominical en la Catedral de la Paz, el prelado dejó en claro que la diócesis como tal y los sacerdotes, los religiosos y los diáconos, no participarán en la movilización que harán los zapatistas el fin de semana venidero.
Reiteró que la diócesis que él encabeza no participará en esa reunión pues el sínodo diocesano indica que como iglesia no están identificados con partidos u organizaciones, y los sacerdotes, religiosos y diáconos tienen limitaciones en cuanto a su participación en estos eventos.
El prelado fijó su posición respecto a la decisión del EZLN de reorganizar sus municipios autónomos y crear las denominadas juntas de buen gobierno que el subcomandante “Marcos” anunció la semana pasada.
Sobre las juntas, recordó que “Marcos” anunció que servirían para mediar en los conflictos que hay entre los municipios autónomos y los Constitucionales y reconoció que esa situación genera división al interior de las comunidades y es preocupante por los hechos violentos en los que estas diferencias generalmente desembocan.
Arizmendi Esquivel dijo que esas instancias zapatistas son “sanas”, pero aseguró que lo más justo y democrático “sería llegar a un acuerdo para elaborar una nueva legislación federal, estatal y municipal.
Sostuvo que esa legislación debería tomar en cuenta lo que consideró “las justas” demandas, “tanto de zapatistas, como de indígenas y campesinos que no están de acuerdo con el zapatismo”.
También recordó la mención de “Marcos” en el sentido de que esas juntas de buen gobierno igualmente servirán para vigilar que no hayan violaciones a los derechos humanos, actos de corrupción, arbitrariedades e injusticias.
El obispo invitó a toda la sociedad a analizar con serenidad la nueva etapa del EZLN, que, aseguró, es un movimiento político y “no militar, ni terrorista”, que además busca promover los senderos del diálogo.