19 julio 2003
Washington, (Notimex).- El presidente George W. Bush se basó en informes incompletos que excluyeron al menos una versión diplomática que contradecía la existencia de armas de destrucción masiva en Iraq, al informar de las razones de la guerra.
En declaraciones publicadas este sábado por The Washington Post, funcionarios de la administración Bush revelaron que el mandatario y su equipo de seguridad "no leyeron completa la evaluación de inteligencia con más autoridad" sobre las supuestas armas.
La parte que les falto leer, según funcionarios de la Casa Blanca, incluye una advertencia del Departamento de Estado, acerca de que la versión sobre armamento de destrucción masiva era "altamente dudosa", publicó este sábado el diario The Washington Post.
Según los mismos funcionarios, el presidente y miembros de su gabinete dejaron de leer completo un Estimado de Inteligencia Nacional entregado en octubre pasado a la administración.
El reporte de 90 páginas refería que "la mayoría" de las seis instituciones de inteligencia que elaboraron el informe tenían "evidencias comprobables de que Saddam Hussein reconstruía su programa de armas nucleares en Bagdad con uranio enriquecido".
La parte que el presidente y sus asesores desconocieron en el reporte fue una versión en la que el Departamento de Estado advertía que la versión sobre rearmamento nuclear iraquí era "altamente dudosa", explicaron los funcionarios en encuentro con la prensa.
Una de las fuentes informó que al presidente sólo se le "dio una explicación" sobre el reporte de inteligencia.
"No creo que (el presidente Bush) se haya sentado un fin de semana a leer cada palabra" del reporte, y en cuanto a la parte en que el Departamento de Estado dudaba de la versión de inteligencia, el mandatario "no la conoció", destacó la misma fuente.
En Washington esta semana inició una polémica sobre un parte del reporte de inteligencia en el que el presidente Bush se basó para declarar la guerra a Iraq ante el público estadunidense.
Directivos de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), y de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) se atribuyeron por separado en audiencias con un comité del Senado federal la responsabilidad de la versión que el presidente Bush presentó a Estados Unidos.
La polémica se basa en una parte del informe que asegura que el régimen de Hussein intentaba adquirir 500 libras (250 kilogramos) de uranio enriquecido de Nigeria para reactivar su programa de armas nucleares que Naciones Unidas (ONU) le prohibió en 1991.