Santiago de Chile, (EFE).- Biólogos chilenos descubrieron más de 150 ballenas azules con sus crías en fiordos del archipiélago de Chiloé, a 1.300 kilómetros al sur de Santiago, de donde habían desaparecido hace casi cien años.
La ballena azul, en peligro de extinción, es el mamífero más grande que existe, con una longitud aproximada de 30 metros y cuyo peso supera las 140 toneladas.
El hallazgo de estos míticos animales, difíciles de ver, fue hecho por el biólogo chileno Rodrigo Hucke-Gaete, estudiante de doctorado del Instituto de Ecología y Evolución de la Universidad Austral.
Según informó el director de ese organismo, Carlos Moreno, el biólogo descubrió que al menos 153 ballenas azules habitan en los fiordos australes, especialmente en el golfo de Corcovado y la Isla Guamblín, muchas de ellas con crías que no tendrían más de un mes de vida.
En declaraciones a Radio Cooperativa, Moreno recordó que desde 1904 a 1965 en el hemisferio sur se mataron con fines comerciales entre 330.000 y 360.000 ballenas azules y presuntamente la población se redujo a menos de un tres por ciento.
"El hecho de encontrar una población en aguas chilenas y que incluye hembras con sus crías y machos, una población que parece estar iniciando un proceso de crecimiento, da una oportunidad única para saber el destino que va a tener esta especie", subrayó.
"Tiene el valor de ser el grupo de ballenas azules más grande detectado en todo el hemisferio sur", agregó Moreno y afirmó que por lo mismo, el descubrimiento ha concitado la atención de científicos de todo el mundo.
Hucke-Gaete, en declaraciones publicadas por el diario "La Tercera", explicó por su parte que la Comisión Nacional del Medio Ambiente se comprometió a crear un área marina protegida en la zona del golfo de Corcovado, donde existen condiciones adecuadas para que habiten estos mamíferos.
"Hay mucha agua dulce que desemboca ahí, la que mezclada con agua salada favorece la presencia de fitoplancton, alimento del krill, que es en definitiva lo que comen las ballenas azules", señaló.
En Chile está prohibido cazar ballenas y el lugar en que se encuentran estos enormes animales está cerca de áreas costeras semi desérticas.
Sin embargo, Moreno consideró que es necesario proteger el proceso de crecimiento, que puede ser perturbado por la curiosidad que va a despertar en la gente el conocimiento de su presencia en esa zona austral.
"Pienso que se va a tener que tomar rápidamente alguna acción para que podamos seguir observando en el futuro como crece y se recupera esta población, sin perturbarlo, regulando el proceso de visitas a estas ballenas", recalcó.