Londres, (EFE).- Un grupo de científicos estadounidenses ha identificado una proteína que contribuye a evitar la propagación del cáncer de próstata a otros órganos del cuerpo, según publicó la revista del Instituto británico del Cáncer.
Cuanto más elevada es la cantidad de esa proteína, llamada RKIP (siglas en inglés), que un paciente tiene en la próstata, menos riesgo corre de que la enfermedad se le extienda a otras partes del cuerpo.
Al parecer, los enfermos que tienen menos cantidad y que, por tanto, corren más riesgo de que el cáncer se les propague, pueden someterse a un tratamiento, ya existente, para aumentar su nivel proteínico.
Según los investigadores de la Universidad de Michigan (EEUU), la proteína RKIP cumple un papel primordial en el paso a la sangre del tumor de próstata, uno de los más comunes en los hombres.
El estudio demuestra que si un tumor produce cantidades normales de RKIP, es imposible que el cáncer pase a otros órganos, pero si, en cambio, hay una carencia de esta proteína la metástasis se hace más probable.
"El gen que codifica a la RKIP parece ser un gen supresor de la metástasis, que bloquea el proceso que permite que las células del cáncer pasen a la corriente sanguínea", concluye el director de la investigación, Evan Keller.
El estudio, que examinó los órganos de enfermos y de hombres que murieron de cáncer de próstata, demostró que los niveles de esta proteína eran tres veces más bajos en las células metastáticas que en el resto.
También se vio que los órganos que no habían desarrollado la enfermedad presentaban niveles más altos de RKIP, mientras que la proteína no se encontró en aquellos órganos a los que sí se había extendido el cáncer de próstata.
Si el hallazgo e identificación de la RKIP se confirma en futuros experimentos, la ya conocida "terapia de genes", que permite alterar la cantidad de esa proteína producida por las células, podría ser una solución definitiva para el cáncer de próstata, señaló Keller.