San Antonio (Notimex).- Una tumba con una antigüedad de mil 500 años, perteneciente a la civilización zapoteca, fue localizada por un equipo de arqueólogos del Museo Field de Chicago en El Palmillo, en el este del sureño estado mexicano de Oaxaca.
El equipo, encabezado por Gary Feinman, director de antropología del Museo Field, descubrió una cámara mortuoria con paredes y pisos de piedra en cuyo interior fueron encontrados los restos de tres personas y múltiples objetos de cerámica.
El cuerpo de una de las personas fue enterrado sentado con un collar adornado con una piedra de jade. De acuerdo con los arqueólogos, ambos signos muestran que los ocupantes de la tumba tenían un "alto estatus" dentro de su sociedad.
El descubrimiento se efectuó en mayo pasado, pero el museo se reservó el anuncio del hallazgo hasta este martes, cuando será dado a conocer de manera oficial al salir a la luz la edición septiembre-octubre de la revista especializada Anthropology.
En entrevista telefónica con Notimex, Feinman reveló que en el interior de la cámara fueron localizados tres nichos en las paredes con un total de 25 floreros de cerámica y algunos huesos pintados de rojo.
Los arqueólogos determinaron que los floreros datan de la última parte del periodo Clásico entre los 500 y 700 años después de Cristo.
Feinman explicó que la tumba es una de las más elaboradas descubiertas hasta ahora fuera de la vieja capital zapoteca de Monte Albán. "La tumba fue bien construida, lo que la mantuvo libre de tierra y escombro pero no de agua", dijo Feinman. Los ciclos de humedad y resequedad descompusieron los cuerpos y algunos de los huesos", precisó.
El sepulcro fue encontrada por accidente, cuando los expertos buscaban piezas de cerámica al excavar el patio de lo que fue una de las múltiples viviendas ubicadas en las terrazas de una meseta en una área conocida por los residentes locales como El Palmillo, cerca de la comunidad de Santiago Matatlán, Oaxaca.
Feinman, su esposa Linda Nicholas y otros arqueólogos que forman el equipo han explorado la zona durante los últimos cuatro años.
Los especialistas han concluido que en el área existió una comunidad de un kilómetro cuadrado de extensión con unas mil 400 viviendas y alrededor de cinco mil habitantes, unos mil años antes de que llegaran los españoles. "Habíamos encontrado otras tumbas en el lugar, pero ninguna tan elaborada como ésta", dijo el arqueólogo, al explicar que en la cultura zapoteca las personas eran enterradas en los patios de las casas.
Feinman señaló que en un principio se consideró no excavar el lugar, pero tras consultar con las autoridades mexicanas, se cambió de opinión para evitar correr el riesgo de que se difundiera la noticia del hallazgo y el lugar fuera saqueado.
El equipo de arqueólogos analiza ahora junto con las autoridades locales la posibilidad de establecer en el lugar un museo comunitario que muestre los restos y artefactos localizados en la tumba, así como otras piezas encontradas en los alrededores.