Reuters
Washington, EU.- La tasa de desempleo de Estados Unidos se disparó a máximos de nueve años y las empresas redujeron 30,000 empleos en junio, dijo ayer el gobierno en un informe inesperadamente pesimista sobre la economía.
Sin embargo, un reporte divulgado por separado mostró que el sector de servicios creció en el mes pasado a un ritmo mucho más acelerado de lo previsto, a su nivel más alto desde septiembre del 2000.
La tasa de desempleo subió a 6.4 por ciento, una lectura mucho peor a la proyectada por los economistas privados, de 6.2 por ciento, dijo el Departamento del Trabajo.
La lectura de junio, nivel no visto desde abril de 1994, superó en 0.3 puntos porcentuales la tasa de 6.1 por ciento registrada en mayo.
"Es un dato feo en la superficie y mucho más feo cuando se mira por adentro", dijo el economista Stuart Hoffman de PNC Financial Services Group.
Junio marcó el quinto mes consecutivo en el que la economía pierde empleos.
Los precios de las acciones cayeron, pero las pérdidas fueron amortiguadas por el informe sorpresivamente optimista del sector de servicios, que dio una luz de esperanza hacia el futuro.
El Instituto de Gerencia de Abastecimiento (ISM por sus siglas en inglés) dijo que su índice de la actividad del sector de servicios subió a 60.6 en junio desde 54.5 en mayo.
Una lectura por encima de 50 indica expansión del sector, mientras que una por debajo de esta cifra indica contracción.
La lectura del ISM hizo que los precios de los bonos cayeran tras un repunte inicial por los datos del informe de empleo.
"El sector de servicios puede comenzar a generar alguna cantidad de empleos en el segundo semestre del año. Pienso que podríamos ver mejores cifras en el informe de empleo en un futuro cercano", dijo Gary Thayer, principal economista de AG Edwards & Sons en St. Louis.
Los economistas habían previsto que las cifras de plantillas no mostrarían cambios en junio, en lugar de la caída que registraron.
En una rectificación de las cifras de plantillas de mayo que resaltó la debilidad del sector laboral, el Departamento de Trabajo dijo que la economía estadounidense perdió 70,000 empleos en ese mes, en lugar de la reducción de 17,000 que había reportado inicialmente.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo que el presidente George W. Bush estaba preocupado por los datos.
Bush esperaba poder ofrecer mejores noticias de la economía en momentos en que se prepara para iniciar su campaña de reelección en el 2004. Los demócratas han criticado enérgicamente la manera como Bush ha manejado la economía.
En mayo, Bush promulgó la ley de recortes tributarios por 350.000 millones de dólares, los cuales entrarán en vigor este mes con el envío de los cheques de reembolsos a las familias con hijos y con una reducción en los impuestos sobre los ingresos por salarios de los estadounidenses.
La administración Bush ha dicho que los recortes darán un nuevo aire a la economía. Los demócratas sostienen que las reducciones están más inclinadas a favorecer a las personas más ricas y que harán poco por reactivar el crecimiento.
Otro dato que ensombreció más el gris panorama laboral fue el de las nuevas solicitudes de subsidios por desempleo, que según el Departamento de Trabajo aumentaron la semana pasada a 430,000, desde las 409,000 de la semana que terminó el 21 de junio. Los economistas habían previsto que las nuevas solicitudes aumentarían sólo a 410,000.
Los datos socavaron las esperanzas de una recuperación de la economía en el segundo semestre que el mercado de valores había anticipado. La Reserva Federal de Estados Unidos, preocupada por la debilidad de la recuperación, recortó la semana pasada las tasas de interés a corto plazo a un uno por ciento, su nivel más bajo desde 1958.