Benito Ortega Hernández | El Siglo de Durango
Un incremento emergente a los salarios mínimos que traiga en consecuencia mayor circulación de dinero y, por ende, reactivación de la economía, además de otorgar estímulos extraordinarios a los empresarios para que generen empleos y ocupen más personal, son dos acciones que el Gobierno Federal debe implementar de inmediato como política pública para amortiguar el problema del desempleo en el país; de lo contrario, los índices continuarán a la alza, con repercusiones que pudieran resultar funestas para el país.
El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) publicó que los resultados de la encuesta del segundo trimestre del año arrojan que el desempleo en el país creció de una tasa de 3.2 que registró en los tres primeros meses del año a 3.52, lo cual generó preocupación.
Al ser cuestionado ayer al respecto, José Ramírez Gamero, dirigente estatal de la CTM, señaló que, de no aplicarse las medidas enunciadas en un principio, el nivel de desocupación continuará incrementándose, “porque no hay ninguna política encaminada a combatir el desempleo. El Gobierno Federal está feliz con que haya trabajo informal que genera empleo, pero esto es una ilusión”.
Resulta contraproducente el empleo temporal, “porque al rato se van a comer el poco capital que invirtieron en los tianguis, en virtud de que no van a tener quien les compre, ya que no hay circulante porque no hay empleo, o los salarios que devengan son mínimos y apenas les alcanza para medio adquirir lo básico”.
“Tienen que tomarse medidas serias; incluso, pensarse en un salario de emergencia a quienes perciben los sueldos más bajos, de tal manera que se genere mayor circulación de dinero y se tenga acceso a la compra de productos que ahora se están quedando en los almacenes”.
Pero, a la par de lo anterior, a decir del jerarca cetemista, tiene que darse toda una verdadera atracción y oferta para la liberación de impuestos a empresarios para que se establezcan y generen fuentes de empleo. “Tiene que haber incentivos para quienes ocupen a los desempleados”.
Pero también, los patrones tendrían que destinar recursos para la capacitación, ya que ello les redundará en la elaboración de productos de alta calidad, de mayor competitividad en los mercados, locales, nacionales y hasta internacionales.
Afirmó que el clima de paz y tranquilidad laboral y social, que en este caso hay en Durango, puede ser un factor que atraiga las inversiones para generar empleos. “Nosotros estamos en la mejor disposición para que las autoridades nos sienten a los factores de la producción a establecer compromisos serios de trabajar con base en la nueva cultura laboral”, enfatizó.
3.52
por ciento aumentó la tasa de desempleo en el primer trimestre
3.2
por ciento creció la tasa de desempleo en el segundo trimestre