El País
Jerusalén.- Los soldados israelíes detuvieron ayer entre 200 y 300 militantes y simpatizantes de las organizaciones radicales palestinas. Esta oleada de arrestos amenaza, según los palestinos, con hacer tambalear las negociaciones que el primer ministro, Mahmoud Abbas (Abu Mazen), está ultimando con los grupos armados, para que declaren una tregua en la Intifada, de al menos tres meses, que permitiría acelerar la aplicación del proceso de pacificación establecido en el Mapa de Ruta.
Esta oleada masiva de arrestos, una de las más importantes practicadas por el ejercito israelí desde que hace mil días se iniciara la Intifada, empezó en las callejuelas de la ciudad antigua de Hebrón, de donde partió el ultimo militante suicida de Hamas, que puso una bomba en un autobús de Jerusalén.
Un portavoz del gobierno israelí, Raanan Gissin, aseguraba ayer a la prensa que la oleada de arrestos tenía como principal objetivo tratar de salvar el proceso de pacificación impulsado por Estados Unidos, y garantizar la aplicación del Mapa de Ruta. El bando israelí respondió sin embargo de manera contundente a estas afirmaciones aseverando que lo que se intentaba era mas bien torpedear el plan de aplicación, y sobre todo bloquear el proceso de negociación que se esta llevando con los grupos radicales para establecer una tregua.
Las noticias de las detenciones cayeron como un jarro de agua fría sobre el equipo de emisarios del primer ministro Abu Mazen, que desde hace cerca de un mes tratan de arrancar de los grupos radicales una declaración de tregua. La operación de los soldados hizo tambalear durante toda la jornada del martes un acuerdo de principio de alto el fuego, que se ha empezado a diseñar en el horizonte, por el que las milicias estarían dispuestas a un alto el fuego durante al menos un periodo de tres meses. El compromiso afectaría a objetivos civiles y militares en el interior de Israel, pero también en los territorios ocupados.
Los últimos detalles de este acuerdo empezaron ayer a ser estudiados en una cumbre convocada urgentemente en El Cairo, bajo los auspicios del presidente egipcio, Hosni Mubarak. A la reunión asisten representantes de las organizaciones palestinas del interior.
, pero asimismo los líderes del exilio, especialmente venidos de Damasco, que son desde el punto de vista político, quienes tienen el control de los partidos. Entre los delegados de Hamas se encuentra el numero uno de la organización Jaled Mashal, que hace cinco años salió indemne de un asesinato frustrado perpetrado por un comando de agentes del Mosad en Amán.
Mientras los representantes de la Autoridad Nacional Palestina trataban de cerrar el acuerdo, al tiempo que reclamaban que el alto el fuego se prolongara hasta final de año, un portavoz de los servicios secretos israelíes anunciaba hacia el mediodía (hora local) ante la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa del Parlamento, que ya había acuerdo. El anuncio de los israelíes fue calificado de precipitado por los palestinos, que afirmaron que si hay tregua, esta será anunciada en el momento preciso, por la Autoridad Nacional Palestina y desde Ramalá.