Reuters
BAM, IRÁN.- Agobiados equipos de rescate hurgaban entre bloques de escombros en busca de sobrevivientes y cadáveres, un día después que un terremoto dejó en ruinas la ciudad de Bam ubicada al sureste de Irán.
Mientras la cifra estimada de muertos creció a decenas de miles, el Gobierno solicitó ayuda internacional y otorgó visas a trabajadores extranjeros de ayuda humanitaria.
La magnitud de la tragedia era tan vasta que era imposible brindar una cifra de muertos fidedigna. El ministerio del Interior estimó ayer que unas 20 mil personas fallecieron, pero importantes funcionarios que participaban en la tarea de rescate dijeron que la cantidad final del terremoto del viernes de 6.7 grados de magnitud podría duplicar ese número.
“Mientras sacamos más cadáveres, tememos que la cifra total de muertos pueda ser tan alta como de 40 mil. Ha ocurrido un desastre humano increíble”, manifestó Akbar Alavi, alcalde de la ciudad de Kerman, la capital de la provincia que lleva el mismo nombre.
Rescatistas encontraron con vida a 150 personas ayer, dijo Mosoud Amiri, funcionario de la Guardia Revolucionaria.
Entre los sobrevivientes había un bebé de menos de 12 meses en condición estable, agregó.
El líder del equipo de rescate, Ahmad Najafi, respaldó el estimado de 40 mil muertos, al explicar que en sólo una calle de Bam, se extrajeron ayer 200 cadáveres de los escombros en una hora de trabajo.
Los trabajadores excavaban con palas y con sus propias manos para rescatar cadáveres y posibles sobrevivientes de los escombros de los destruidos edificios de esta ciudad, cuya población ascendía a 100 mil habitantes antes del terremoto.