La distinción nada honrosa que el Instituto de Estudios Económicos del Sector Privado confiere al Estado de Coahuila como primer lugar nacional en cuanto a lentitud de trámites, obliga a la reflexión. El estudio determina ciento cuarenta y tres días como término promedio necesario para abrir un negocio, tiempo superior al requerido en el resto de los Estados de la República.
Lo anterior preocupa porque muchas empresas se basan en los resultados de este tipo de análisis, para tomar sus decisiones de crecimiento. Como consecuencia existen más o menos posibilidades de que se establezcan nuevos negocios e inversiones en nuestro estado y en la región, en la medida en que las estadísticas de tal índole indiquen a los interesados las ventajas o inconvenientes de hacerlo.
El dictamen que es objeto de comentario constituye una enérgica llamada de atención para el Gobierno de Coahuila, que de esta suerte está obligado a atender el tema en cuestión al través de la Secretaría de Fomento Económico. El resultado referido confirma una vez más, que la mencionada dependencia ha venido a menos en la presente administración, en relación con sexenios precedentes.
Lo dicho es interesante a la luz del marco de competitividad creciente a que se encuentra sometida la planta productiva en nuestro país y en nuestra región. Es necesario tomar cartas en el asunto y corregir yerros, sin que tenga mayor objeto el polemizar sobre la apreciación del Instituto que al fin y al cabo, es un punto de referencia para los empresarios pese a lo que al respecto se pueda opinar en contrario.