PRIMITIVO JAVIER GONZÁLEZ M.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Los Comités Rurales y Consejos Comunitarios de Abasto, son elegidos en forma democrática por los mismos habitantes de las comunidades y se manejan de acuerdo a los estatutos correspondientes, declaró la gerente regional de Diconsa, Eneyda Montoya de la Cruz.
Entrevistada en relación a una denuncia pública hecha por habitantes del municipio de Francisco I. Madero, Coahuila, por presuntas irregularidades, la servidora pública explicó que cada tienda Diconsa está integrada por el Comité Rural de Abasto, conformado por el encargado de la tienda, presidente, secretario, tesorero y vocal, quienes son elegidos por la misma comunidad, no por personal de Diconsa.
De la misma forma, los presidentes de los Comités Rurales integran el Consejo Comunitario de Abasto, el cual maneja el almacén que abastece las tiendas Diconsa. “Son los miembros del Consejo Comunitario los que nombran a su presidente entre ellos mismos”.
Cada comité, dijo, realiza sus asambleas mensuales con objeto de vigilar la buena administración de la tienda y sobre todo, asegurar el abasto de todos los productos que consume cada comunidad rural.
Se vigila también que se respeten los precios de las tiendas Diconsa, que generalmente están por debajo de cualquier establecimiento cercano a cada comunidad, del tres al siete por ciento. “Podría haber lugares donde haya productos más baratos, pero en la cabecera municipal u otro poblado, no dentro de la misma comunidad”.
Sobre la versión en el sentido que algunos Consejos Comunitarios de Abasto tienen hasta diez años con el mismo presidente, según los denunciantes, Montoya de la Cruz desmintió lo señalado y expuso que hasta 1999 la mesa directiva de cada Consejo permanecía dos años, pero posteriormente se extendió a tres años, de acuerdo a lo establecido por el Congreso Nacional de los Consejos Comunitarios.
Actualmente, está el proceso de renovación de los Consejos Rurales de Abasto y el de Virginias, Coahuila, fue renovado en noviembre del año pasado, lo cual quedó asentado bajo la escritura No. 58 del Notario Público de San Pedro, Coahuila, José Alejando Guerrero Romo.