Autoridades de San Diego informaron ayer que Sergio Martínez sería el cazador que por descuido habría iniciado el mayor incendio en este condado, mientras en San Bernadino buscan a dos pirómanos que habrían iniciado otro siniestro.
Martínez podría enfrentar cargos por al menos 11 muertes imprudenciales y destrucción de más de 880 casas, ocurridas por haber ocasionado el incendio más devastador en el área de desastre del sur de California.
El sospechoso dijo al Departamento Forestal de California (CDF) que el sábado por la noche cazaba en el área de Ramona, enmedio del bosque nacional Cleveland, y al sentirse perdido prendió una fogata para indicar su posición a otro cazador.
Fuertes vientos de hasta 70 kilómetros por hora convirtieron la fogata en una conflagración que aún está fuera de control en el área de San Diego, destruyó las zonas residenciales de Scripps Ranch y parcialmente Tierrasanta.
El siniestro penetró en la base aeronaval de Miramar y continuó al sur, donde ahora podría unirse a otro incendio mayor.
Al menos 11 personas perecieron a consecuencia de este incendio, la mayoría al tratar de escapar en automóviles.
En tanto, en San Bernardino el alguacil divulgó un retrato hablado de uno de dos sospechosos que habrían causado otro de los mayores incendios en el sur de California y que ya ocasionó la muerte de dos hombres de edad avanzada por ataques cardiacos.
El boletín del alguacil muestra a un hombre anglosajón de unos 24 años de edad, a quien un testigo vio arrojar un objeto que inició el incendio en las montañas de San Bernardino.
La información oficial dice que dos hombres viajaban a bordo de un vehículo pick up el sábado por la carretera secundaria número 18 de San Bernardino, cuando el pasajero arrojó el objeto por la ventanilla, el conductor dio vuelta en “u” y huyó del lugar.
Momentos después y debido a los vientos inició el mayor de los incendios en San Bernardino, el segundo más grande de los diez que azotan la región.